martes, julio 31, 2007

El fetichismo de la imagen

Mercedes Hernández
Periodista

El año que viene 3.300 millones de personas vivirán en ciudades, según Naciones Unidas. Por primera vez en la historia, más de la mitad de la población mundial residirá en áreas urbanas. La ciudad se convierte en el símbolo de nuestro siglo y las relaciones que a se establecen marcan la historia.

Cada vez más, millones de personas establecen unos lazos sociales que condicionan el futuro: la familia, el amor, la amistad o la rivalidad se ven envueltas por un contexto único, la ciudad moderna. Estas relaciones se transforman al ritmo de la globalización y de los medios de comunicación, además de otros fenómenos como la inmigración, la contaminación o el urbanismo desorbitado, que conforman los rasgos que definen nuestra vida y nuestras urbes.

Estos nuevos gigantes son examinadas por Marc Augé, antropólogo y estudioso de las sociedades contemporáneas, que señala una característica definitoria por encima de cualquier otra: el consumo. “Estamos en una sociedad de consumo, que define nuevos modos de individualidad. Se asocia menos a la idea del capitalismo la del individuo emprendedor, a pesar de que esta imagen existe aún. En el nivel de las grandes masas, portarse bien es consumir mucho. El índice de consumo es el índice de salud de un país”. Es el consumo desorbitado el que marca nuestras vidas. Desde que nos levantamos hasta que dormimos, nuestra vida gira en torno a pequeños actos de consumo. La ciudad se convierte en una gran tienda. Nuestras elecciones, disfrazadas en pequeñas compras, marcan las sociedades actuales donde existen dos elementos claves: la imagen y los medios de comunicación.

Los mass media no sólo muestran una determinada realidad, sino que, además, marcan la continuidad; se convierten en referentes de los ciudadanos, en el reloj que marca el ritmo de sus vidas. Por ejemplo, existen interlocutores ficticios en la televisión que cumplen un papel importante para el consumidor. Hay gente que no soportaría vivir sin tener su cita diaria con el noticiario o con el reportaje del sábado. Esta relación estructura el tiempo. En nuestras sociedades, se ha instaurado un nuevo reparto entre lo real y la ficción que afecta la vida social hasta el punto de hacernos incluso dudar de la realidad. Las nuevas tecnologías, con medios como Internet, no añaden más que confusión a este panorama. Pero no todo es negativo. Como dice Augé “no sólo hay que vivir con ellos, sino que hay que quererlos. La paradoja es que, en efecto, estos nuevos medios de comunicación multiplican tanto las posibilidades de relación con el exterior que pueden producir una especie de vértigo y, quizás, de soledad”. El autismo e individualismo del que tanto se ha acusado a las sociedades modernas.

La imagen es el segundo elemento que cierra el círculo del consumo. Hay una sobrevaloración constante de la imagen. Si asociamos esto a los medios de comunicación, nos damos cuenta de que los que están en la pantalla tienen una forma de existencia más fuerte porque millones de personas los reconocen, lo que provoca el sentimiento de que hay que pasar a través de la imagen para existir. Si los medios son el reino en el que se desarrolla nuestra vida, el que salga en ellos será el rey. De ahí que la mejor manera de cautivar a las audiencias sea darles la impresión de que pueden estar en la televisión, explica el antropólogo. Esto podría explicar el éxito de los reality shows.

Estos dos elementos condicionan unas relaciones sociales que no dejan de crecer y multiplicarse. Pero lejos de la imagen de ciudades consumistas, egoístas y solitarias, se muestran también fenómenos que dan lugar a la esperanza. Se ve, por ejemplo, en los acontecimientos que crean efectos de solidaridad: el miedo ecológico o la unión tras los ataques terroristas que han sacudido las principales capitales.

La ciudad es el mejor espacio para que se desarrolle la opinión pública. El siguiente paso es crear una opinión pública global, capaz de manifestarse y concienciarse a nivel mundial. Según todos los pronósticos, el futuro pasa por las ciudades. Si los medios de comunicación o la imagen que define nuestras ciudades es elección nuestra, es ahora cuando tenemos que elegir si el aire de la ciudad nos hará libres, o esclavos.

miércoles, julio 18, 2007

El Salvador. Manifestantes: víctimas de legislación antiterrorista
Ante la "Declaración Pública" de Amnistía Internacional

Miguel Alberto Solís Tizón
San Salvador

El día viernes 13 pasado la organización Amnistía Internacional emitió una "Declaración Pública" relacionada a los hechos acaecidos en Suchitoto (El Salvador). El 2 de julio se organizaron protestas en y alrededores de la ciudad antes mencionada, como una medida de repudio por parte de algunos movimientos sociales, entre ellos la Asociación de Comunidades Rurales para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES) y la Asociación para la Cooperación y el Desarrollo Comunal de El Salvador (CORDES), hacia el anuncio que haría allí el presidente Antonio Saca sobre las nuevas políticas de descentralización de varios servicios, incluido el agua. Más de una docena de manifestantes fueron detenidos con medidas excesivas de fuerza por parte de los agentes policiales, y se reportaron abusos a la integridad física y moral de los detenidos durante las aprehensiones y el traslado a las instalaciones de la institución policial.

Nuestro país no había recibido en muchos años la atención por parte de un organismo de Derechos Humanos de renombre, como lo es Amnistía Internacional, ante hechos de esta índole. Las declaraciones contundentes que diera sobre este asunto, ante los medios de comunicación social, el lic. Óscar Humberto Luna, Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), el pasado 9 de julio, al no considerar que la Ley Especial contra Actos de Terrorismo haya sido la más adecuada para aplicar en este caso, que no había justificación para ciertas detenciones y que, habiendo un derecho constitucional a la manifestación, se efectuaron las detenciones con excesivo uso de la fuerza, nos llevan a la conclusión de que, efectivamente, ha habido una clara violación a los derechos humanos en El Salvador. A las declaraciones del lic. Luna se sumó la del Procurador General de la República, Gregorio Sánchez Trejo, quien declaró que dicha ley debe revisarse.

Desde el mismo día de los incidentes he mostrado mi especial interés por este asunto que ha traído, con esta "Declaración" de Amnistía Internacional, la vista de las organizaciones internacionales de derechos humanos sobre las legislaciones de corte militarista promovidas actualmente por el gobierno de El Salvador, realmente un mal ejemplo de implantación legal luego de firmados los Acuerdos de Paz el 16 de enero de 1992 en el castillo de Chapultepec (México) que, luego de cumplirse el XV aniversario de dicho evento, ha sido el acontecimiento nacional más alabado, incluso por un reciente mensaje del Secretario General de la ONU, Sr. Ban Ki-moon.

El lenguaje bushista, luego del condenable atentado contra las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001 en New York, ha cundido sobre el globo terráqueo, de tal forma que incidentes de dudosa clasificación, tales como las manifestaciones en la ciudad de Suchitoto, están siendo calificadas como terroristas. Creo muy necesario que la sociedad salvadoreña se una para hacer un llamado a los tres Órganos del Estado, a fin de que hagan prevalecer el Estado de Derecho en nuestra nación, y no hagan confusión entre actos armados de terror con una manifestación que busca proteger el derecho del pueblo salvadoreño a gozar con libertad de los servicios básicos.

Por supuesto que hubo un delito de obstaculización de vía pública, y que es el deber policial dispersar a los manifestantes que efectúan actos de daño contra la propiedad, el orden público y el libre tránsito (cf. Código Penal, art. 348). Sin embargo, como fue testigo la sociedad salvadoreña por los medios de comunicación, los policías antimotines estaban lanzando gases lacrimógenos incluso en las cercanías de una escuela pública, desdeñando, de esta forma, la seguridad de los menores de edad (cf. Convención sobre los Derechos del Niño, art. 3 n° 3, ONU, 20/11/1989). Asimismo las detenciones se llevaron a cabo de una forma brutal, infligiendo violencia física y sicológica en los detenidos, tal como asegura Amnistía Internacional en su "Declaración" (cf. Declaración Universal de los Derechos Humanos, art. 5, ONU, 10/12/1948).

Creo, en conciencia, que es mi deber como ciudadano salvadoreño y cristiano católico, expresar mi punto de vista ante los hechos antes mencionados, compartiendo con todos ustedes, mis amigos y amigas, esta lamentable situación que ocurre en mi país. La Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (CELAM), recientemente reunida en Aparecida (Brasil), ha hecho un claro llamado a la renovación de la pastoral social en la Iglesia Católica Latinoamericana, a fin de que exista una promoción humana integral. En tal sentido el laicado, como personas que más propiamente deben involucrarse en los asuntos seculares y sociopolíticos, deben contar, como lo dice el Documento de Aparecida, con la "preparación y compromiso... para intervenir en los asuntos sociales" (n. 400). En una reciente nota periodística de El Faro, se asegura que también el lic. Ovidio González, director de Tutela Legal del Arzobispado de San Salvador (Comisión Arquidiocesana de Justicia y Paz), se ha sumado a las voces de inconformidad sobre lo relacionado a las capturas y detenciones antes mencionadas (cf. http://www.elfaro.net, Caso Suchitoto reabre debate por ley antiterrorismo, por Daniel Valencia, 16/7/2007). Es lamentable que la posición de Tutela Legal sea conocida por este medio y no por el semanario "Orientación" del Órgano Oficioso del Arzobispado de San Salvador.

Siguiendo, pues, mi conciencia ciudadana y cristiana he compartido con ciertas personas, actores de la vida social, política, periodística y religiosa, mi opinión firme de que las medidas de prisión por tres meses, por parte de la jueza Ana Lucila Fuentes, a trece de los detenidos en los incidentes, así como por los abusos policiales a los que fueron sometidos, sobrepasan, en gran manera, a los hechos de los cuales podrían ser culpables. El mismo día 9 de julio dirigí una misiva al Señor Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, expresándole mi sentir sobre este acontecimiento. Anexo encontrarán un fragmento de la misma.

Las trece personas en cuestión, actualmente privadas de su libertad, están a la espera de un juicio en el que, de ser halladas culpables, podrían ser condenadas a una pena de hasta cuarenta años en prisión.

Las declaraciones de las últimas horas por parte del presidente de la república y el diputado representante del partido gobernante, Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), son claras en afirmar que deben crecer las penas de cárcel para las manifestaciones, y continúan insistiendo que deben ser consideradas actos de terrorismo. Y, sin embargo, también ha cambiado su opinión sobre la aplicabilidad de la Ley antiterrorista en este caso, debido, sin duda, a la polémica suscitada. El mismo mandatario, al ser cuestionado por los medios periodísticos estos días, dijo desconocer la "Declaración Pública" de Amnistía Internacional.

Definitivamente, la jueza Fuentes recibió, en su momento, una fuerte presión por parte del Ejecutivo para criteriar la aplicación de esta Ley antiterrorista. Esto debido a las primeras reacciones del presidente, y su aval en torno a las detenciones y acusaciones.

La presión mundial, como la loable intervención de Amnistía Internacional, creo que podría ser un recurso e instrumento eficaz para que los legisladores, gobernantes y jueces salvadoreños reaccionen y piensen en dejar sus ideologías a un lado, para dar paso a la dignidad que todas las personas humanas tenemos inherentemente.

Me alargaría más de lo que merece la presente reflexión si ahondáramos en las tipificaciones de actos terroristas, y los conceptos que en nuestro medio salvadoreño hemos "tropicalizado" como tales, según la expresión de Francisco Bertrand Galindo, ex ministro de Gobernación.

No es racionalmente justo que las actuaciones judiciales sean peores que las de los laboratorios farmacéuticos y químicos, quienes, tranquilamente, retiran un medicamento por dañino a la salud pública, luego de lucrarse con él y dejar a cientos de afectados, sin recibir una sanción por parte de ningún organismo, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Desde el día de los hechos suscitados en Suchitoto he expresado abiertamente mi opinión de que el Gobierno Salvadoreño, en concertación con los sectores sociales, debe establecer nuevos mecanismos de diálogo. Se dice que los sectores populares si no tienen los medios económicos para publicar su pensamiento (según el art. 6 de la Constitución), se ven obligados a manifestarse en la vía pública. Por una parte los medios de prensa escrita argumentan su libertad de publicar o no algo y, por otra, sean manifestaciones "escritas" o en vía pública, ¿acaso son escuchadas y atendidas?

Esto es, básicamente, la raíz de la problemática actual en todas las sociedades humanas: no nos escuchamos.

La Constitución de la República, en el mismo art. 6 (que trata de la libre expresión) también reconoce "el derecho de respuesta como una protección a los derechos y garantías fundamentales de la persona". Supongamos que yo publico una carta abierta a una entidad o un funcionario público. La Constitución reconoce el derecho de respuesta, pero en la práctica, ¿se reciben estas respuestas? En este sentido, a los sectores populares no les queda otro mecanismo más que la manifestación en las calles, ya que no creen que haya otro medio más adecuado para que se les preste la atención debida.

Ahora bien, si el Gobierno actualmente no desea más manifestaciones públicas, entonces debe diseñar nuevos mecanismos en los que sus disidentes tengan un espacio en el cual puedan expresar sus inconformidades ante las políticas gubernamentales. Ya se ve que las cartas, colocar carteles, reunir firmas, publicar "campos pagados", o transmitirlos por radio o televisión, son recursos ineficientes e ineficaces para conseguir ser escuchados. Por otra parte, los diputados de la Asamblea Legislativa, supuestamente representantes del pueblo salvadoreño, y los Partidos Políticos, en general, tampoco ofrecen mecanismos para "escuchar" a la ciudadanía.

Ante una muestra de violación a los derechos humanos como el que estamos considerando, el mayor partido político de oposición, Frente "Farabundo Martí" para la Liberación Nacional (FMLN), días después de ocurridos los hechos, se unió, aunque no protagónicamente, con las inconformidades de la sociedad salvadoreña. Una actitud hasta cierto punto oportunista, ya que esa agrupación estaba siendo atacada en su momento por las supuestas vinculaciones con un asesino de agentes policiales en 2006, quien, precisamente, fue capturado ese mismo día 2 de julio.

Luego de los incidentes en Suchitoto el señor presidente Antonio Saca declaró lo siguiente: "Y quiero reiterar desde Casa Presidencial que mientras este servidor sea presidente del país, jamás voy a privatizar el sistema de Salud, jamás voy a privatizar el agua potable, ni la Educación, pero sí vamos a descentralizar, porque los alcaldes me lo han pedido" (Discurso 2/7/2007, en http://www.casapres.gob.sv).

Quiero enfatizar ahora el actuar de los alcaldes municipales en este contexto. Son los gobernantes locales elegidos por la voluntad popular. Si ellos tenían conocimiento de las nuevas políticas de descentralización, ¿por qué no las comunicaron oportunamente a la ciudadanía en, por ejemplo, un cabildo abierto o medios de difusión social? Al problema de falta de atención y "escucha" ahora tenemos que sumar un grave problema de "comunicación", y a éste otro "semántico".

Son las políticas económicas neoliberales las que han llevado a la privatización de servicios como el de la telefonía nacional, fondos de pensiones, etc., y que hacen temer a la ciudadanía que esto ocurra con los servicios básicos, tales como Salud, Agua y Educación. Ahora bien, realizar una acción privatizadora bajo el nombre de una "descentralización" tampoco sería algo insólito, ya que también en el año 2000 se le llamó "integración monetaria" a la dolarización. Así que, ante el juego de las palabras, se debe más bien prestar atención a los conceptos de fondo. Y son, en última instancia, estos "conceptos de fondo" a los que los movimientos sociales, o cualquier ciudadano, no tiene acceso con facilidad. Los mecanismos de rendición de cuentas e información por parte de los gobernantes está claro que son bastante deficientes.

Como ciudadano salvadoreño creo un deber con la verdad y la honestidad discernir la actuación de agrupaciones ilícitas y de clara organización criminal, terrorista y guerrillera, con la actuación de los grupos sociales, quienes manifiestan justas reivindicaciones. Y, además de discernir, apoyar comprometidamente, según mi situación y posibilidad, dichas causas. Rechazo categóricamente cualquier mecanismo violento de expresión, y creo que el Diálogo y la Paz deben prevalecer ante todo. No deben confundirse las "fuerzas populares" salvadoreñas con grupos como Hamás o Al-qaeda. Bien expresó esta diferencia el mismo profeta y mártir Mons. Óscar Arnulfo Romero (+ 1980): «Alguien me criticó como si yo quisiera unir en un solo sector las fuerzas populares con los grupos guerrilleros. Siempre mi mente está muy clara sobre la diferencia. A ellos, pues, y a quienes abogan por soluciones violentas, quiero llamarlos a la comprensión. Saber que nada violento puede ser duradero. Que hay perspectivas aún humanas de soluciones racionales y, sobre todo, por encima de todo, está la palabra de Dios que nos ha gritado hoy: ¡RECONCILIACION! Dios lo quiere, reconciliémonos y así haremos de El Salvador una patria de hermanos, todos hijos de un Padre que nos está esperando a todos con los brazos abiertos.» (Homilía 16/3/1980).

Finalizo, pues, esta reflexión, con este llamado a la reconciliación, entre los violentados y los violentos, entre las víctimas y victimarios, ofensores y ofendidos. Que la Justicia prevalezca... por supuesto, pero la Paz y el Amor tienen que ser expresiones y actuaciones más a la altura de los hombres y las mujeres del siglo XXI, y deben hacer prevalecer estos valores por sobre todo.

San Salvador, 17 de julio de 2007

Los conceptos expresados en este espacio son de exclusiva responsabilidad del autor y de las fuentes citadas. El autor se atiene al derecho a la libertad de opinión y de expresión contemplado en el art. 6 de la Constitución de la República de El Salvador y demás disposiciones del Derecho Internacional.

«Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.» (Declaración Universal de los Derechos Humanos, art. 19, ONU, 10/12/1948)

martes, julio 17, 2007

Joyas de la familia

Frei Betto
religioso dominico

¿Qué sucede cuando crímenes horrendos son practicados por el gobierno de un país que se enorgullece de ser el paladín de la democracia y de la libertad? ¿Enmudecen avergonzados sus admiradores? Si tales atrocidades fuesen cometidas por los gobiernos de Chávez o de Fidel merecerían titulares truculentos. Serían la prueba contundente de que no tienen escrúpulos, violan los más elementales principios de civilidad, agreden los derechos humanos.

Parte de esa historia macabra, que incluye la confabulación entre el Estado y el crimen organizado, comienza a salir a la superficie. Presionado por la opinión pública, el gobierno de los Estados Unidos divulgó, en la última semana de junio, el documento de 693 páginas, curiosamente titulado “Joyas de la familia”, concerniente a las operaciones de la CIA entre 1950 y 1970. Es aterrador. La agencia de información y espionaje aparece como una sucursal del sindicato del crimen, dedicada a practicar asesinatos, escuchas telefónicas y violación de correspondencia ilegales, uso de seres humanos como cobayas involuntarias en tests de medicamentos, vigilancia de periodistas y personalidades contrarias a la guerra de Vietnam, como Jane Fonda.

En 1960 la CIA decidió asesinar a Fidel Castro, lo que ya es grave por tratarse de una iniciativa de una institución del Estado. Contrató para ello a un mafioso, Johny Roselli. La CIA le prometió a Roselli 150 mil dólares por la muerte de Fidel, pues la Revolución cubana afectaba los intereses de los Estados Unidos en la isla. El mafioso usó ‘naranjas’ para envenenar a Fidel, pero todos sus intentos fracasaron.

La CIA planificó también el asesinato de Patrice Lumumba, líder anticolonialista del Congo, en enero de 1971. Él había sido elegido primer ministro en 1960. Recurrió al apoyo de la Unión Soviética cuando la provincia de Katanga, rica en minerales, declaró su independencia, en un movimiento separatista apoyado por las potencias occidentales. Fue derribado por un golpe de Estado. Y al huir de la prisión domiciliar Lumumba fue capturado, golpeado, llevado en avión a Katanga, fusilado y su cuerpo derretido en ácido.

La CIA también preparó la emboscada que, en una carretera de la República Dominicana, ametralló al dictador Rafael Trujillo en mayo de 1961. Participó también en la eliminación, en 1970, del general chileno René Schneider, como parte de una conspiración que trataba de impedir la toma de posesión del presidente Salvador Allende. Todo eso está revelado en el informe del gobierno de los Estados Unidos.

La CIA y sus métodos criminales prosiguen activos, bajo las bendiciones de Bush: secuestros de supuestos terroristas en cualquier parte del mundo, trasladados a cárceles secretas en Europa Central y en Egipto, donde sufren torturas; la utilización de la base naval de Guantánamo como cárcel vedada a cualquier norma jurídica; la eliminación de líderes populares en Iraq y en Afganistán, etc.

El documento “Joyas de la familia” revela también que, en Brasil, la CIA espió, en los años 60, a la Iglesia Católica, rastreando las tendencias ideológicas de sacerdotes y obispos. Después del golpe de 1964 acusó a Brizola de haber recibido dinero de China y de Cuba para implantar la guerrilla en el sur del país.

“Joyas de la familia” comprueba igualmente lo que ya todos sabían: el gobierno de los Estados Unidos dio apoyo político, bélico y material al golpe militar de 1964. Lincoln Gordon, por entonces embajador en Brasil, recibió el respaldo directo del presidente Lyndon Jonson, y recomendó a la Casa Blanca “tomar medidas lo antes posible para la entrega clandestina de armas, que no sean de origen estadounidense, a las fuerzas partidarias de Castello Branco en Sao Paulo”. Las armas, que serían desembarcadas de un submarino, serían utilizadas por “unidades paramilitares que trabajan con grupos militares democráticos, o por militares amigos contra militares hostiles, si fuera necesario”.

Si el documento de la CIA ha merecido poco realce en los medios de comunicación, ¿por qué tanto alarde ante el hecho de que Chávez haya decidido, respaldado por las leyes venezolanas, no renovar la concesión de RCTV, y tanto silencio cuando la FCC (siglas en inglés de la Administración Federal de Comunicaciones), órgano del gobierno de los Estados Unidos, canceló 141 concesiones de radio y TV entre 1934 y 1987? En por lo menos 40 casos la FCC ni siquiera esperó a que expirase el plazo de la concesión, al contrario de lo que hizo Chávez en Venezuela.

En julio de 1969 la FCC revocó la concesión a la WLBT-TV; en 1981 a la WLNS-TV; en abril de 1998 a la radio Daily Digest. Sólo en la década de los 80 sucedieron 10 casos de no renovación.

En Inglaterra la autoridad estatal decretó, en marzo de 1999, el cierre temporal de MED TV, canal 22; en agosto del 2006 revocó la licencia a la ONE TV; en enero del 2004 a la Look 4 Love 2; en noviembre del 2006 a la StarDate TV 24; y en diciembre del 2006 al canal de telenovelas Auctionworld.

En ninguno de esos casos se oyeron protestas semejantes a las habidas por la decisión de Chávez.

La Unión Internacional de Comunicaciones (UIT) reconoce el derecho soberano de cada gobierno a “reglamentar sus telecomunicaciones, teniendo en cuenta la importancia creciente de las telecomunicaciones para la salvaguarda de la paz y el desarrollo económico y social de los Estados”. (Traducción de J.L.Burguet)

jueves, julio 12, 2007

¿Qué nos dijo Paulo Freire para el hoy que es futuro?

José Antinoe Fiallo Billini

Profesor de la UASD

“Que estos pobres hijos vean cómo marchan hoy las cosas y que crean que mañana irá todo mejor, esto si que es asombroso y es con mucho, la mayor maravilla de nuestra gracia” (Charles Peguy en “Las Tres Virtudes”)”

“El que no busca, no encuentra. El que no escucha no aprende. El que no trata, fracasa, con el alma y con la mente… Tengan fe y el problema se resuelve, siempre hay solución cuando la fe no se pierde… (“Tengan Fe”, Rubén Blades, CD “Caminando”, 1991)

1. Memoria e insinuaciones

El 12 de junio leía el diario “El Nacional” y en su primera página encontré un titular que decía así: “Muertos que viven”. Ese titular expresaba, de manera resumida, desde Ghana (en África) la manera en que muchas tradiciones de ese continente relacionaban a los vivos(as) y sus muertas(os), haciendo énfasis, según este cable en que “los muertos no mueren sino que observan a los vivos y esperan sus gestos de amor”.

Confieso que este texto de un cable de la Agencia Francesa de Prensa (AFP) me provocó sutilmente obligándome de inmediato a reflexionar sobre cómo presentar mi ponencia cuando recordara a Paulo Freire, en una de sus vidas, con sus reflexiones, acciones y propuestas. Sentí que él me observaba, y como decimos nosotros y nosotras, me “cuqueaba”, con un argumento dicho en voz baja: “lo que estuve diciendo y haciendo lo dije hace un tiempo, pero vale para siempre, ayer, hoy y mañana, sácale un provecho mayor y el gesto de amor consiste en que les digas algo para el ver y hacer ahora”.

Lo escuché dentro de mí y decidí seguir su consejo y preparar mi intervención con él dentro de nosotros y nosotras ahora, sin pretender abarcarlo todo, solo algunas reflexiones que estuvieran en el centro de problemáticas que nos activarán a transformaciones revolucionarias de nosotros y nosotras, nuestra sociedad y mundo (permanentemente, sistemáticamente, infinitamente).

Veamos pues que insinuaciones nos hace Paulo Freire entre mi memoria y las urgencias de transformación desde el pasado al hoy y al futuro, porque ese futuro está en el ahora si lo decidimos así.

2. Un libro, 40 años, con una advertencia

Buscando sus libros en el cuarto donde tengo los míos (un poco difícil a veces por la concentración de papeles no muy organizados) localicé “Educación como Práctica de la Libertad”, no en una edición reciente sino en la primera edición de 1967 de “Nuevo Orden Ediciones” de Caracas, Venezuela, con prólogo de Joaquín Marta-Sosa.

La memoria se me activó y recordé la librería “Nuevo Orden”, situada en “Jesuitas a Mijares” en Caracas, donde iba a comprar libros y a conversar con don Julio González (quien dirigía la librería y que murió luego en el Terremoto de Caracas) y con jóvenes igual que yo que estaban en el proceso de construir alternativas políticas transformadoras, revolucionarias, y que luego en ese país se expresaran en la “izquierda cristiana”.

Abrí el libro y en el contexto dominicano de ‘convenciones’ de partidos (en plural) manipuladas, distribución de papeletas en helicópteros, políticas ‘sociales’ (¿cual política no es ‘social’ o ‘pública’?) para controlar y crear ‘clientes’, mentiras, adulteraciones, salió su página 89.

Paulo Freire me dijo: “Nos oponíamos a estas soluciones asistenciales… porque ellas tenían en sí una doble contradicción. En primer lugar, contradecían la vocación natural de la persona -ser sujeto y no objeto- y el asistencialismo hace de quien recibe la asistencia un objeto pasivo, sin posibilidades de participar en el proceso de su propia recuperación. En segundo lugar, contradecían el proceso de ‘democratización fundamental’ en que estábamos situados. El gran peligro del asistencialismo está en la violencia de su antidiálogo, que imponiendo al hombre mutismo (silencio, N.A.) y pasividad, no le ofrece condiciones especiales para el desarrollo a la ‘apertura’ de su conciencia que, en las democracias auténticas, debe ser cada vez más crítica”.

Y nos continúa sugiriendo que: “Lo importante, realmente, al ayudar al hombre, es ayudarle a ayudarse (y también a los pueblos). Es hacerlo agente de su propia recuperación. Es, repetimos, ponerlo en una postura concientemente crítica delante de sus problemas” (“Educación como práctica de la Libertad”, Nuevo Orden Ediciones, Págs. 89 y 90, 1967, Caracas).

Recordé el módulo “El Sujeto Situado” del programa de “Profesionalización de Maestros(as) Bachilleres” (PPMB) elaborado y ejecutado por el Centro Cultural Poveda, cuando él nos dice ‘ayúdenle a ayudarse’, ‘agente de su propia recuperación’, es decir situarlo, problematizar, reflexionar y revolución autogestionaria como eje de la estrategia de transformación (desde abajo y desde adentro). Activen, no manipulen; provoquen, no controlen; desarrollen potencialidades, no sustituyan; construcción permanente, no límites ni muros preestablecidos.

3. Pasado, presente y futuro

Allí por Santa Bárbara, La Negreta, San Antón, la Plaza de Armas (hoy Parque Colón) andaban circulando los jóvenes de la Sociedad SecretaLa Trinitaria’, y antes que ellos veíamos a Caonabo, Sebastián Lembá en los montes del cimarronaje, Ana María en Boca de Nigua y su rebelión, caminando entre tambores y tambores hasta despertar al 14 de Junio, a Narcisazo (Narciso González) o la Zona Norte de 1984. Se hacen homenajes, reconocimientos, y los que hoy son continuadores de a lo que ellos y ellas se enfrentaron, se empecinan en borrar sutilmente las realidades de las prácticas insurgentes verdaderamente democráticas.

Por eso Paulo Freire se nos acerca y nos dice:

“A través de su permanente quehacer transformador de la realidad objetiva, los hombres simultáneamente crean la historia y se hacen seres históricos-sociales. Porque al contrario del animal, los hombres pueden redimensionar el tiempo (pasado-presente-futuro) que, con todo, no son departamentos estancos. Su historia, en función de las mismas creaciones, van desarrollándose en constante devenir, en el cual se concretan sus unidades epocales. Estas, como el ayer, el hoy y el mañana, no son secciones cerradas e intercomunicables en el tiempo, que quedan petrificadas y en las cuales los hombres se encuentran enclaustrados. Si así fuere, desaparecería una condición fundamental de la historia, su continuidad. Las unidades epocales, por el contrario, están relacionadas las unas con las otras, en la dinámica de la continuidad histórica.” (Pedagogía del Oprimido. Siglo XXI Editores. Primera Edición. 1970. Pág. 119).

Sierra del Bahoruco y palenques y manieles como territorios libres, autogobierno en el Cibao para poner coto, gobierno provisorio y guerra silenciosa con la política como sentimiento, juntas populares nacionalistas desde abajo, resistir y persistir a pesar de treinta y un años de tiranía, armas y rebelión de armados y de desarmados, insurgencias populares en la zona norte como reguero de la pólvora insatisfecha y oprimida, pequeñas protestas del poco a poco a lo que viene ahora antes del 2010 a pesar de imperialismos y opresiones.

Paulo Freire nos sugiere hacer estas articulaciones de vidas y experiencias viendo la historia como larga duración, a partir de lo cual asumimos unas identidades de sujetos/as desde donde hemos sido más libres, más críticos, más participativos, más justos, más cerca de la felicidad comunitaria.

4. El futuro y la esperanza

Moviéndonos rápidamente y siempre haciendo el pasado-presente, el presente-pasado, pasado-presente-futuro podemos enfrentarnos a construir lo mejor como por-venir a partir de lo mejor de lo por-pasado en el presente.

Paulo Freire desde un rincón del callejón me dice y nos dice:

“Cuando mucha gente hace discursos pragmáticos y defiende nuestra adaptación a los hechos, acusando al sueño y la utopía no solo de ser inútiles, sino también de ser inoportunos en cuanto elementos que necesariamente forman parte de toda práctica educativa que desenmascare las mentiras dominantes, puede parecer extremo que yo escriba un libro llamado ‘Pedagogía de la Esperanza: Un Reencuentro con la Pedagogía del Oprimido’ (Pedagogía de la Esperanza. Siglo XXI, 1999, Cuarta Edición, Pág. 7).

A muchos de los que estamos aquí ahora nos dicen cosas parecidas todos los días para desmovilizar nuestras conciencias a pesar de la naturaleza opresora de nuestra sociedad y sus más crecientes expresiones de descaro con su naturaleza capitalista neoliberal (apropiarse, mostrar la apropiación y hacer gala de ella dando ‘boronitas’).

En este mismo texto citado Paulo Freire agrega entre radiografía o imagen de nuestra realidad y pequeños mensajes que comenzamos a ver y palpar:

“¿Pero, como, Paulo, una “Pedagogía de la Esperanza” en medio de una desvergüenza como la que nos asfixia hoy…?” “Es que la ‘democratización’ de la desvergüenza que se ha adueñado del país, la falta de respeto a la cosa pública, la impunidad, se han profundizado y generalizado tanto que la nación ha empezado a ponerse de pie, a protestar. Los jóvenes y los adolescentes también salen a la calle, critican, exigen seriedad y transparencia. El pueblo clama contra las pruebas de desfachatez…” (Pág. 7).

Este párrafo se escribió y se ha escrito ahora para nosotros y nosotras: desvergüenza, su ‘democratización’, desfachatez: un imperio que se cree designado por Dios para hacer la guerra; un politiquero que lanza papeletas desde helicópteros para someter sobre todo pobres; varios que quieren ser presidentes para ‘dirigir’, ‘conducir’ nuestros destinos (¿somos mojigangas?), ricos o burgueses que hacen ostentación de sus riquezas en imágenes de sus propios medios de comunicación, técnicos y asesores que proclaman el lanzarnos a competir unos(as) con otros(as) y país por país para destruir las potencialidades de prójimos y comunidades.

Desvergüenzas y desfachateces y además de ellas nos dicen que no tenemos esperanzas y que no hay nada que hacer, pero Paulo Freire nos advierte:

“Como programa, la desesperanza nos inmoviliza y nos hace sucumbir al fatalismo en que no es posible reunir las fuerzas indispensables para el embate recreador del mundo. No soy esperanzado por pura terquedad, sino por imperativo existencial e histórico” (Pág., 8).

Es un imperativo, una obligación que sale de la conciencia, de la vida, de las exigencias de ella como la condición que debe ser plena y que se logra en procesos sociohistóricos difíciles, pero que dan un sentido profundo al presente.

5. El presente y el luchar en el es futuro

Volvemos a esas relaciones sutiles pero profundas donde el presente adquiere unas dimensiones infinitas.

Paulo Freire nos emplaza ahora a situarnos en esa tensión que nos exige ya para lo que debemos hacer venir o llegar: “En la concepción dialéctica, y por eso no mecanicista de la historia, el futuro hace eclosión a partir de la transformación del presente como algo dado dándose. De ahí viene el carácter problemático y no inexorable del futuro. El futuro no es lo que tiene que ser, sino lo que hagamos con y del presente”. (“Cartas a Cristina: reflexiones sobre mi vida y mi trabajo. Ed. Siglo XXI, 1996, Pág. 28).

Comenzamos a sentir que la desesperanza empieza a abrir espacios para ciertas expresiones de la rabia, el asco, el dejar de creer en el sistema político de partidos tradicionales, protestas y demandas locales, jóvenes y mujeres en relevo generacional y de genero, música y canto alternativos. Paulo hace énfasis en acentuar el hacer ahora, trasformar y trasformarnos ahora, construir nuevas relaciones sociales, la nueva sociedad la hacemos ya con esta decisión de decidir acciones , con ese poder popular y humanitario que va surgiendo a veces sin valorarlo porque va saliendo de abajo, underground, sigilosamente.

Estamos obligados, tenemos el derecho a ejercer la lucha presente porque en ella está ya el futuro mejor, es un presente mejor porque las luchas, las rebeldías, son el pasar de la opresión al territorio libre de los decididos y decididas que rompen con la dominación.

En esas mismas “Cartas a Cristina” (Pág. 71) él nos propone concentrarnos en un escenario social liberador: “Del derecho y el deber de pelear que los oprimidos se deben imponer, a sí mismos para superarla opresión. Lo ideal es cuando la movilización, la organización, la lucha de los oprimidos comienzan a cambiar la calidad de su cultura e historia, y los fantasmas pasan a ser sustituidos por la presencia viva de los oprimidos, de las clases populares en la transformación del mundo. Lo ideal es cuando, ejerciendo su derecho de creer en Dios, en su presencia en la historia, los oprimidos, como clase y como individuos, tomando la historia en sus manos reconocen que hacerla, y ser hechos por ella, es tarea de mujeres y hombres, es problema de ellos y ellas”.

Cuando los de abajo, los oprimidos, comienzan a construir nuevas relaciones sociales, creando poderes locales que se articulan, donde sus clases e individuos se potencian, se genera en el presente, tomando los experiencias del pasado, una contrahegemonía en relación al orden opresor y hegemónico, que ya es el futuro ahora, como construcción comunitaria frente al hoy del capitalismo neoliberal. Es el anuncio real de una sociedad paralela que se gesta y que podría ir prevaleciendo en las acciones, las realizaciones y las conciencias.

5. Educar para una contrahegemonía de la liberación popular

Entonces Paulo Freire desde siempre insistió en una intención estratégica de la educación popular, la educación de los movimientos sociales populares, sus propósitos fundamentales, aunque hoy nos viven repitiendo recetas ‘light’ del FMI, Banco Mundial, BID, imperialismos e imperios, élites burguesas y estados sometidos a terapias coloniales que nos dicen que debemos ser ‘competitivos’ (matarnos entre nosotros y nosotras) para lo cual debemos ‘formar’ a los pobres para que las minorías opresoras acumulen más, sean más ricos y ricas, siendo más ‘productivos’ (más trabajo, más sobreproductos sociales o excedentes y más apropiación de eso) con salarios bajos para poder, repito, dizque competir.

Paulo Freire nos dice NO!, ustedes deben insistir en una propuesta y estrategia educativa para construir y desarrollar esos movimientos sociales alternativos y sus poderes populares.

Nos dice en “Educación como Práctica de la Libertad” ya citada lo siguiente:

“Participación en términos críticos, ya que solo así sería posible su transformación como pueblo, capaz de optar y decidir”.

Decidir, escoger, decidir.

Y para ello agrega:

“Solo un método activo, dialogal y participante podría hacerlo”.

Activos y Activas.

Entonces nos precisa:

“Y qué es el diálogo? Es una relación horizontal de A con B. Nace de una matriz crítica y genera criticidad. Se nutre del amor, de la fe, de la humildad, de la confianza”.

Relación horizontal de criticidad, anonadándonos (reduciéndonos), siendo amorosos y reconociendo los seres humanos como prójimos(as) al escuchar y asumir sus palabras pronunciadas y propuestas.

Activar para participar, dialogando para escoger y decidir como iguales, sin recetas e imposiciones verticales de élites domesticadoras y opresoras.

Paulo Freire, en “Pedagogía del Oprimido” ya citada, precisa y nos dice que, por ello debemos asumir:

“…la pedagogía del oprimido, aquella que debe ser elaborada con él y no para él, en tanto hombres o pueblos en la lucha permanente de recuperación de la humanidad”.

Con ellos y ellas, construyendo un proceso de socialización en una democracia radical donde se está haciendo el futuro, haciendo la nueva sociedad y los nuevos hombres y nuevas mujeres ahora/mañana.

6. Paulo Freire vive

Al recordarlo así, Paulo no ha muerto, no morirá jamás.

Recuerdo ahora a Charles Peguy cuando en “Las Tres Virtudes” (“Palabras Cristianas”, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1964) nos decía:

“…de nosotros

que solo pasamos en la tierra

unos años de nada,

depende de nosotros

el asegurar a estas palabras

una segunda eternidad

eterna”.

Puedo afirmar hoy, por eso, que Paulo Freire vive, sus palabras las seguimos pronunciando y son unas referencias para siempre por lo que nos insinúan en el hoy, desde el ayer y para futuro.

Paulo Freire al decirnos eso hoy ¡VIVE!, hoy lo sentimos entre nosotros y nosotras. Él está aquí fraternalmente, con amor, fe, humildad y confianza.

Nota final

Al concluir la corrección de este texto escrito sentí que Paulo Freire en la “Undécima Carta a Cristina” (Págs. 97 y 102) me insinuaba algo a tener en cuenta:

- “El error de la izquierda es perderse en discursos agresivos, dogmáticos, en análisis y propuestas mecanicistas; es perderse en una comprensión fatalista de la historia, finalmente antihistórica, en la que el futuro, desproblematizado, se vuelve inexorable”.

- “Yo no era progresista porque estuviese seguro de que el futuro traería inexorablemente el socialismo. Al contrario yo era progresista porque, rechazando una comprensión mecanicista de la historia, estaba seguro de que el futuro tendría que ser construido por nosotros mismos, mujeres y hombres, en la lucha por la transformación del presente malvado. O construido por nosotros, los progresistas, por la transformación sustantiva del presente, o construido por las fuerzas reaccionarias a través de cambios puramente adverbiales del presente”.

Sentí que me dijo: “¿Me comprendió usted Profesor Fiallo Billini?”

(Ponencia presentada el 13 de junio de 2007 en la Mesa Redonda: “Paulo Freire y los Paradigmas del Desarrollo Humano, Conciencia Crítica e Impugnación”, Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD)

martes, julio 03, 2007

Gaza: no sólo una prisión, también un laboratorio

Naomi Klein
periodista - www.nologo.org

Gaza está en manos de Hamas, con militantes enmascarados sentados en la silla presidencial; Cisjordania está al borde de una crisis; en los Altos del Golán se instalan apresuradamente campamentos militares israelíes; hay un satélite espía sobre Irán y Siria; está a nada de una guerra con Hezbollah; tiene una clase política, plagada de escándalos, en la cual la población ya perdió la fe.


A primer vistazo, las cosas no van bien en Israel. Pero la pregunta es: ¿Por qué, en medio de tal caos y matanza, la economía israelí está en auge, como si fuera 1999, con un mercado de valores que hace su agosto y tasas de crecimiento cercanas a las de China?


Recientemente Thomas Friedman ofreció su teoría en The New York Times (diario del cual es columnista. N de la T). Israel "nutre y recompensa la imaginación individual" y, por tanto, su gente constantemente crea ingeniosas nuevas empresas de tecnología de punta -sin importar los desastres que hagan sus políticos. Tras examinar los proyectos escolares de estudiantes en ingeniería y ciencia de la computación en la Universidad Ben Gurion, Friedman hizo uno de sus famosos pronunciamientos de sentido falsificado: Israel "descubrió petróleo". Al parecer, este petróleo está localizado en las mentes de "los innovadores jóvenes y los financiadores" de Israel, que están demasiado ocupados haciendo grandes negocios con Google como para ser retrasados por la política.


He aquí otra teoría: la economía israelí no está en auge a pesar del caos político que devora los titulares, sino debido a él. Esta fase data desde mediados de los años 90, cuando Israel estaba a la vanguardia en la revolución informática -la economía que más depende de tecnología. Después de que la burbuja del punto com reventó en 2000, la economía de Israel estaba devastada, y se enfrentó a su peor año desde 1953. Luego vino el 11 de septiembre de 2001 (los atentados en Nueva York y Washington), y se abrieron nuevas posibilidades de ganancias para cualquier compañía que asegurara que podía divisar terroristas en las muchedumbres, sellar fronteras ante ataques y extraer confesiones de prisioneros renuentes a hablar.


En un lapso de tres años, se redefinieron radicalmente grandes secciones de la economía tecnológica de Israel. Puesto en términos friedmanescos, Israel pasó de inventar las herramientas para tejer redes (celulares, software, etcétera. N de la T) en "el mundo plano" a vender vallas para un planeta apartheid. ("El mundo plano" es un término utilizado por Friedman para describir los efectos niveladores de la globalización. N de la T).


Muchos de los empresarios más exitosos del país usan el hecho de que Israel es un Estado fortificado, rodeado de furiosos enemigos, como una suerte de sala de exposición y venta abierto las 24 horas del día -un ejemplo viviente de cómo disfrutar de una seguridad relativa en medio de una constante guerra. Y la razón por la cual Israel ahora disfruta de un gran crecimiento es que esas compañías exportan ese modelo al mundo.


Las discusiones sobre la industria militar de Israel normalmente se enfocan en el flujo de armas hacia el país -los buldozers Caterpillar estadunidenses utilizados para destruir hogares en Cisjordania y las compañías británicas que surten de partes a los F-16. No se menciona el enorme y creciente negocio de la exportación. Israel ahora envía 1.2 mil millones de dólares en productos de "defensa" a Estados Unidos -subió drásticamente de 270 millones de dólares en 1999. En 2006, Israel exportó 3.4 mil millones de dólares en productos de defensa -más de mil millones de dólares más de lo que recibió de ayuda militar estadunidense. Eso hace de Israel el cuarto vendedor de armas en el mundo, rebasando a Gran Bretaña.


Mucho de este crecimiento se ha dado en el llamado sector de "seguridad interna". Antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la seguridad interna prácticamente no existía como industria. Para finales de este año, las exportaciones israelíes en el sector ascenderán a 1.2 mil millones de dólares -un incremento de 20 por ciento. Los productos y servicios clave son las vallas que usan tecnología avanzada, aviones-robot, sistemas biométricos de identificación, equipo de video y audio para vigilancia, sistemas para crear perfiles de pasajeros aéreos y para interrogar prisioneros. Justo las herramientas y tecnologías que Israel ha usado para encerrar a los territorios ocupados.


Y por eso el caos en la franja de Gaza y el resto de la región no amenaza los resultados financieros en Tel Aviv, y, de hecho, puede beneficiarlos. Israel aprendió a convertir la interminable guerra en un activo: transformó el desarraigo, la ocupación y la contención del pueblo palestino en una ventaja de medio siglo en la "guerra global contra el terror".


No es ninguna coincidencia que los proyectos escolares en Ben Gurion que tanto impresionaron a Friedman tienen nombres como "Innovadora matriz de covarianza para la detección de blancos en imágenes hiperespectrales" y "Algoritmos para la detección y evasión de obstáculos". Treinta compañías de seguridad interna fueron fundadas en Israel sólo en los pasados seis meses, gracias, en buena medida, a los generosos subsidios gubernamentales que han transformado al ejército israelí y a las universidades del país en incubadoras para las nuevas empresas en seguridad y armamento (algo que se debe mantener en mente en los debates sobre boicots académicos).


Las compañías más reconocidas viajarán a Europa para el Air Show de París (del 18 al 24 de junio. N de la T), el equivalente de la Semana de la Moda de la industria armamentista. Una de las compañías israelíes que montará una exhibición es Suspect Detection Systems (SDS, Sistemas para la Detección de Sospechosos), que exhibirá su Cogito 1002, un kiosco de seguridad blanco, que parece de ciencia ficción: le pide a los pasajeros aéreos que respondan a una serie de preguntas generadas por computadora, adaptadas según el país de origen, mientras toman de la mano a un sensor de "biorretroalimentación". El artefacto lee las reacciones del cuerpo a las preguntas y ciertas respuestas etiquetan al pasajero como "sospechoso".


Al igual que cientos de otras nuevas compañías israelíes de seguridad, SDS presume que fue fundada por veteranos de la policía secreta de Israel y que sus productos fueron probados en los palestinos. La compañía no sólo probó las terminales de biorretroalimentación en un puesto de control en Cisjordania; asegura que "el concepto se refuerza y mejora gracias al conocimiento adquirido y asimilado del análisis de miles de estudios de caso relacionados a suicidas bomba en Israel".


Otra estrella del Air Show de París será el gigante israelí de la defensa Elbit, que planea exhibir sus aparatos aéreos no tripulados Hermes 450 y 900. En mayo, según informó la prensa, Israel utilizó los aviones-robot en misiones de bombardeo en Gaza. Una vez probado en casa, son exportados: el Hermes ya fue usado en la frontera Arizona-México; las terminales Cogito1002 son probadas en un aeropuerto estadounidense no identificado; y Elbit, una de las compañías detrás de "la barrera de seguridad" de Israel, se asoció con Boeing para construir la valla fronteriza "virtual" alrededor de Estados Unidos, un proyecto del Departamento de Seguridad Interna, con un presupuesto de 2.5 mil millones de dólares.


Desde que Israel comenzó su política de acordonar los territorios ocupados, activistas de derechos humanos muchas veces han comparado Gaza y Cisjordania con prisiones al aire libre. Pero al investigar el auge del sector de seguridad interna de Israel, un tema que exploro a mayor detalle en un libro que pronto será publicado (The shock doctrine: the rise of disaster capitalism), se me ocurrió que también son algo más: laboratorios donde se prueban las aterradoras herramientas de nuestros estados de seguridad. Los palestinos -ya sea los que viven en Cisjordania o en lo que los políticos israelíes llaman "Hamastitan"- ya no son sólo blancos. Son conejillos de Indias.


Así que de cierta manera Friedman tiene razón: Israel encontró petróleo. Pero el petróleo no es la imaginación de sus empresarios tecnológicos. El petróleo es la guerra contra el terror, el estado de constante temor que crea una interminable demanda de artefactos para observar, escuchar, contener y encontrar "sospechosos". Y resulta que el miedo es el máximo recurso renovable.


Este texto fue publicado en The Nation (www.thenation.com)

Traducción: Tania Molina Ramírez

http://www.jornada.unam.mx/2007/06/30/index.php?section=opinion&article=030a1mun