miércoles, julio 27, 2005

Sobre Juan Pablo I

El dia de la cuenta

ECLESALIA

Ha salido ya "El día de la cuenta" del sacerdote Jesús López Sáez*. En 2002 salió como edición privada. Ahora sale ampliado y actualizado (Meral Ediciones). El libro es un juicio crítico sobre el papa Wojtyla. Lo indica el subtítulo: "Juan Pablo II a examen". Al final de su largo pontificado y ante el insólito proceso de beatificación, al papa se le pide cuenta de la causa de Juan Pablo I y de otros asuntos, también importantes. (Libro en versión electrónica en http://www.comayala.es/Libros/ddc2/index.htm)

El autor lo anunció en 1990: “Se pedirá cuenta”, “le corresponde al papa Juan Pablo II la más alta responsabilidad de curar esa herida mal cerrada de la muerte y figura de Juan Pablo I”. La tensa historia que va de uno a otro refleja la diferencia real existente entre ambos. Karol Wojtyla tomó el mismo nombre papal que Albino Luciani. Esto sugiere continuidad, pero - en el fondo - se da salto atrás, involución, ruptura. Importantes hechos, que han sido ocultados o distorsionados, así lo manifiestan.

Por ejemplo, Juan Pablo I estaba bien de salud, según el testimonio de su médico personal, dado a conocer tras quince años de silencio; había tomado decisiones importantes y arriesgadas, según revela doce años después Camilo Bassotto, testigo principal de la fuente veneciana; había afrontado valientemente como cardenal y como papa el escándalo de las finanzas vaticanas y su conexión con el Banco Ambrosiano, según atestiguan diversas fuentes; Juan Pablo I no murió de infarto; según la autopsia secreta, murió por la dosis letal de un vasodilatador que su médico no recetó; por tanto, se ha ocultado la causa de su muerte y, además, se ha distorsionado su figura; se le ha presentado como un hombre enfermo, no capacitado para ser papa.

La historia no se para en seco, como si no hubiera pasado nada antes, como si no pasara nada después. Ahí está el atentado contra Juan Pablo II (1981), protegido por el secreto de Estado; la quiebra del Banco Ambrosiano y la muerte violenta de su presidente, Roberto Calvi (1982); el secuestro de Emanuela Orlandi, hija de un empleado vaticano, de la que nunca más se supo (1983); el pago “voluntario” de más de 240 millones de dólares a los acreedores del Ambrosiano (1984); la masacre de la Guardia Suiza (1997), que parece revelar una lucha de poder entre grupos opuestos, que se disputan el control del Vaticano. Juan Pablo II deja sin aclarar todos estos enigmas.

Para los creyentes, el papa no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio. A la luz de la palabra de Dios, se juzgan actitudes del papa Wojtyla ante diversos problemas, como la sexualidad, la cuestión social, la tentación del poder, la renovación eclesial, las guerras de Afganistán y de Irak, así como su propia campaña electoral hacia el pontificado.

Finalmente, se aborda el significado de la enfermedad, que irrumpe en medio de un largo pontificado y que, de modo sorprendente, lo deja todo al descubierto. Más aún, todo queda al desnudo el día de su muerte, el pasado 2 de abril. Tres años antes, le enviamos al papa una carta y el manuscrito del presente libro. No hubo respuesta por su parte. Sólo acuse de recibo de la Secretaría de Estado. Pero ¿hubo respuesta velada?

Pues bien, no lo podíamos imaginar. En el día de su muerte, el día de la cuenta, se leía este pasaje en todas las iglesias: ¿Puede aprobar Dios que os obedezcamos a vosotros en vez de a él? (Hch 4,13-21). El autor se lo dijo al papa en la carta, remitiéndole al mismo texto: “A pesar de las presiones recibidas, ... en conciencia no puedo callar: Hemos de obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch 4,19)”. La noticia del fallecimiento nos llegó en buen momento. Estábamos reunidos, en oración, vigilantes. Entendimos que la edición pública debía salir. Y aquí está. Como se dice en el salmo 79, ¡que se conozca entre las gentes!

* Jesús López Sáez es sacerdote responsable de la Asociación Comunidad de Ayala en MADRID (www.comayala.es).

viernes, julio 22, 2005

EEUU combate a Telesur antes de que aparezca

Ernesto Carmona
Periodista y escritor chileno


La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este miércoles una enmienda que permite transmisiones de radio y televisión dirigidas a Venezuela con información "precisa y objetiva" para contrarrestar "el antiamericanismo" del futuro canal Telesur. El Embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Álvarez, consideró que la votación a mano alzada que se produjo este miércoles en el parlamento norteamericano pretende afectar decisiones autónomas de Venezuela, ejerciendo la plena libertad de expresión que existe en el país, señaló la Agencia Bolivariana de Noticias.

La enmienda autorizó al gobierno de Estados Unidos a "iniciar transmisiones de radio y televisión que ofrezcan a los venezolanos una fuente de noticias precisa, objetiva y completa", declaró el representante republicano de Florida Connie Mack, quien presentó la enmienda aprobada a mano alzada por la Cámara. La iniciativa "se produjo cuando Chávez está listo para lanzar su propia red de televisión, siguiendo el ejemplo de Al Jazira, para difundir su retórica antiamericana y contra la libertad", añadió un comunicado de la oficina del representante.

El diplomático venezolano Álvarez ve esta decisión como una medida más publicitaria y política. "Pero habrá que esperar qué va a ocurrir en la cámara del Senado respecto a esta moción contra Telesur", dijo. "Chávez es un enemigo de la libertad y de los que la apoyan y la promueven", aseguró el representante Mack. "Es una amenaza para Estados Unidos y trata de minar el equilibrio de poderes en el hemisferio occidental", añadió el representante republicano, quien se declaró satisfecho de que "Estados Unidos enviara hoy un claro mensaje" al presidente venezolano de que "no cerrará los ojos".


EE.UU. no confía en los medios venezolanos

El Vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, consideró que la votación de los legisladores estadounidenses constituye una gran victoria para un medio que aún no tiene transmisiones regulares y una derrota para la oposición venezolana que requiere nuevamente del apoyo foráneo. "Es una desconsideración de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos con la oposición venezolana y los medios de comunicación en el país; no creen en los medios de comunicación venezolanos y consideran que tienen que ayudarlos desde el exterior", dijo Rangel, según un reporte de su oficina de prensa.

Rangel calificó de anacrónica la concepción que maneja la mayoría republicana en la Cámara de Representantes de EEUU en el tratamiento de las diferencias con los países de la región. "En el fondo, es la aplicación del mismo formato que ha utilizado con Cuba y que ha fracasado totalmente; quieren repetir la experiencia de Radio Martí en Venezuela", añadió. "Eso es absurdo porque no ha dado ningún resultado en Cuba. Por otra parte, ¿qué pueden decir los EEUU a través de sus medios de comunicación tal como se aprobó en la enmienda sobre Venezuela, cuando aquí los medios de comunicación han dicho absolutamente todo lo que se puede decir contra el Presidente Chávez y su gobierno? Salvo que venga por la vía de auspiciar abiertamente un golpe de Estado y de acciones de terrorismo", dijo.

El Vicepresidente añadió que los medios de comunicación venezolanos, "los que le hacen oposición al gobierno del Presidente Chávez, deberían de alguna manera expresar su malestar por esa competencia que les surge cuando EEUU pretende introducir una política que no tiene sentido".


Reunión del Consejo Asesor de Telesur

La Nueva Televión del Sur CA (Telesur) es un proyecto empresarial multiestatal de televisión regional que inicia sus transmisiones el 24 de julio, con participación de Venezuela (51%), Argentina (20%), Uruguay (10%) y Cuba (10%). Las transmisiones de prueba se iniciaron hace dos meses.

Con motivo del inicio de las transmisiones el próximo domingo, estará presente en Caracas el Consejo Asesor de Telesur, integrado por los argentinos Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz), Atilio Borón, Fernando Pino Solanas y Tristán Bauer; los cubanos Silvio Rodríguez y Julio García; los estadounidenses Danny Glover, Harry Belafonte, James Early, Saul Landau y Richard Stallman; el uruguayo Eduardo Galeano; el francés Ignacio Ramonet; el nicaragüense Ernesto Cardenal; el boliviano Jorge Sanjinés; los brasileños Walter Salles, Fernando Morais y Orlando Sena; los mexicanos Pablo González Casanova, María Rojo y Carmen Lira; el paquistaní Tariq Ali; el belga Michel Collon; los colombianos Alfredo Molano y Ramiro Osorio; el peruano Javier Corcuera; el venezolano Luis Britto García; el dominicano Chiquie Vicioso; el italino Gianni Miná; y el chileno Manuel Cabieses.

martes, julio 19, 2005

Don Pedro Casaldáliga, santo y héroe

Frei Betto
Religioso dominico


El Brasil es un país de santos y héroes, aunque pocos alcancen reconocimiento público. Quizás sea efecto de nuestra baja autoestima, tan evidente que, hoy, induce al gobierno federal a promover una campaña publicitaria para que nuestro pueblo sienta orgullo de lo que es y de lo que hace.

Por siglos, de espaldas a América Latina, nos miramos en el espejo de los blancos europeos y norteamericanos. Lo que veíamos no era nuestro rostro indígena, negro, mestizo, sino la imagen paradigmática del colonizador convenciéndonos de que somos atrasados, feos, improductivos e inferiores. Por eso, nuestros abuelos anhelaban "purificarse" de esa fétida brasilidad contrayendo matrimonio con inmigrantes blancos, exterminando a pueblos indígenas en nombre de la civilización y manteniendo a los negros esclavos en un galerón y, después de la abolición de la esclavitud (1888), en la miseria y en la pobreza.

¿Cuántos blancos hay casados con negras? ¿Cuántos negros de las clases A y B casados con negras? Impedidas por el prejuicio y la pobreza de frecuentar la escuela, las negras sirven para trabajos domésticos, donde el látigo es sustituido, en general, por un salario ínfimo. Y las mestizas, identificadas con las mulas, tratadas de mulatas, se convirtieron en símbolo del hedonismo carnavalesco y de los atractivos turísticos orientados a la prostitución abundante y barata.

En Brasil mantuvimos el mayor período de esclavitud de las tres Américas (358 años) y todavía cerramos el proceso de la abolición con la exclusión de los negros libertos del derecho de acceso a la tierra, entregada a los colonos europeos que llegaron aquí empujados por el desempleo causado por la revolución industrial del siglo 19 y la acelerada urbanización del continente europeo.

Los pueblos indígenas, calculados en una población de 5 millones en el siglo 16 y reducidos hoy a 700 mil, fueron masacrados, desaldeizados, contaminados por las enfermedades de los blancos, por el aguardiente de los blancos, por la voracidad mercantil de los blancos, por la ambición de minerales y de maderas de los blancos. Expulsados de su ambiente natural y de los libros didácticos, se convirtieron en sinónimo de "primitivos" y "salvajes", no en el sentido de primeros habitantes de esas tierras o de moradores de la selva, sino de atrasados y brutales.

Restringida la nación a ser vagón de carga de primera clase, perdimos de vista a nuestros santos y héroes, aunque proliferen entre nosotros tantos artistas, atletas, intelectuales y también inventores como Santos Dumont. Sin embargo las cosas no existen a partir del momento en que las conocemos. No dependen, felizmente, de nuestra ignorancia. La realidad no es lo que pensamos de ella. Trasciende nuestras limitaciones.

No tan conocido como merece, hay un Brasil un santo y héroe: Pedro María Casaldáliga: Santo por su fidelidad radical (en el sentido etimológico de ir a las raíces) al Evangelio, y héroe por los riesgos de vida enfrentados y las adversidades sufridas.

Catalán de Barcelona, donde nació en 1928, el 16 de febrero, Casaldáliga ingresó en la Orden Claretiana, consagrada a las misiones, donde fue ordenado sacerdote en 1943. Impregnado de la espiritualidad de los Cursillos de Cristiandad, vino a Brasil y en 1968 recaló en la Amazonía. En 1971 lo nombraron obispo de una prelatura amazónica, a orillas del suntuoso río Araguaia: São Félix do Araguaia. Adoptó como lema principios que habrían de orientar literalmente su actividad pastoral: "No poseer nada, no llevar nada, no pedir nada, no callar nada y, sobre todo, no matar nada". En su dedo, como insignia episcopal, un anillo de tucum, que se hizo símbolo de la espiritualidad de los adeptos a la Teología de la Liberación.

São Félix es un municipio amazónico del Mato Grosso, situado frente a la isla del Bananal, en un área de 36,643 km2. En la década de 1970 la dictadura militar (1964 - 1985) amplió a sangre y fuego las fronteras agropecuarias del Brasil, devastando parte de la Amazonia y atrayendo hacia allá empresas latifundistas empeñadas en derribar árboles para abrir caminos a los rebaños bovinos. Casaldáliga, pastor de un pueblo sin rumbo y amenazado por el trabajo esclavo, tomó su defensa, chocando con los grandes terratenientes, con las empresas agropecuarias, mineras y madereras, con los políticos que, a cambio de apoyo financiero y votos, amparaban la degradación del medio ambiente y legalizaban la dilatación fundiaria sin exigir respeto a las leyes laborales.

Don Pedro ha sido blanco de innumerables amenazas de muerte. La más grave en 1976, en Ribeirão Bonito, el día 12 de octubre, fiesta de la patrona del Brasil, Nuestra Señora Aparecida. Al llegar a aquella localidad en compañía del misionero e indigenista jesuita João Bosco Penido Burnier, se enteraron de que en la delegación dos mujeres estaban siendo torturadas. Fueron hasta allí y entablaron una fuerte discusión con los policías militares. Cuando el padre Burnier amenazó con denunciar a las autoridades lo que allí ocurría, uno de los soldados lo abofeteó, le dio un puñetazo y a continuación un tiro en la nuca. En pocas horas el mártir de Ribeirão Bonito falleció. Nueve días después, el pueblo invadió la delegación, soltó a los presos, rompió todo, tiró las paredes y las quemó. En ese local se levanta ahora una iglesia.

Cinco veces reo en procesos de expulsión del Brasil, Casaldáliga vive en São Félix en una casa sencilla, sin otro aparato de seguridad que lo que le aseguran tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Calzando unas sandalias abiertas y una ropa tan vulgar como la de los peones que circulan por la ciudad, Casaldáliga amplía su irradiación apostólica a través de una intensa actividad literaria. Poeta renombrado, lleva el alma sintonizada con las grandes conquistas populares en la Patria Grande latinoamericana. Levanta su pluma y su voz en protestas contra el FMI, la ingerencia de la Casa Blanca en los países del continente, la defensa de la revolución cubana y, años atrás, en solidaridad con la revolución sandinista o para denunciar los crímenes de los militares de El Salvador y de Guatemala. Hoy le inquietan la demora del gobierno Lula en realizar la reforma agraria y el lastre de miseria y destrucción que el agronegocio deja en las tierras del Mato Grosso.

Don Pedro se convirtió también en pastor de los negros y de los indígenas, introduciendo sus riquezas culturales en las liturgias que celebra. En su prelatura viven los indios tapirapé, salvados de la extinción gracias a los cuidados tomados por el obispo.

Citado a las visitas periódicas (ad limina) que todos los obispos deben hacer al Vaticano para rendir cuentas, Casaldáliga faltó a varias, por considerar los gastos de viajes incompatibles con la pobreza de su gente. Entretanto, remitió a los papas cartas proféticas, exhortándolos a la opción por los pobres y al compromiso con la libertad de los oprimidos.

En cierta ocasión hizo un largo viaje a caballo para visitar la familia de un jornalero que se encontraba preso. Llegó sin previo aviso. Ante un plato de arroz blanco y otro de bananos, la hija mayor, apenada, se disculpó a la hora del almuerzo: "Si hubiéramos sabido que llegaba el señor obispo hubiéramos hecho otra comida". La pequeña Eva, de siete años, reaccionó: "¡Usted, obispo, no es mejor que nosotros!". Fue una buena lección que recordó siempre. Y que siempre practicó, evitando privilegios y regalías.

Fundador de la Comisión Pastoral de la Tierra y del Consejo Indigenista Misionero, Casaldáliga admite que la sabiduría popular ha sido su gran maestra. Le preguntó una vez a un peón qué esperaba él para sus hijos. El hombre respondió: "Sólo quiero más o menos para todos". Pedro guardó la lección, luchando por un mundo en que todos tengan derecho al "más o menos". Ni de más ni de menos.

En septiembre de 1985 viajé a Cuba con los hermanos y teólogos Leonardo y Clodovis Boff. Hablamos con Fidel que don Pedro se encontraba en Managua, participando de la Jornada de Oración por la Paz, y el líder cubano insistió para que lo llevásemos a La Habana. Tan pronto como desembarcó en la capital de Cuba, el 11 de septiembre, el obispo fue conducido directamente al gabinete de Fidel. Éste se mostraba interesado en la literatura sobre la Teología de la Liberación. Don Pedro observó con su fina ironía:

- Para la derecha es preferible tener al papa contra la Teología de la Liberación que a Fidel a favor.

Esa misma noche Casaldáliga pronunció un discurso en la apertura de un congreso mundial juvenil sobre la deuda externa:

- No es sólo inmoral cobrar la deuda externa, también es inmoral pagarla, porque, fatalmente, significará endeudar progresivamente a nuestros pueblos.

Al fijarse en que los zapatos del obispo estaban en pésimo estado, el secretario de Fidel le ofreció un par nuevo de botas.

- Dejo mis zapatos al Museo de la Revolución, saltó don Pedro.

Fuimos juntos para Nicaragua el día 13. Allí don Pedro participó en innumerables actos contra la agresión del gobierno de EE.UU. a la obra sandinista y bautizó al cuarto hijo de Daniel Ortega, Mauricio Facundo.

En su segundo viaje a Cuba, en febrero de 1999, Casaldáliga declaró en público, en Pinar del Río:

- El capitalismo es un pecado capital. El socialismo puede ser una virtud cardinal: somos hermanos y hermanas, la tierra es para todos y, como repetía Jesús de Nazaret, no se puede servir a dos señores, y el otro señor es precisamente el capital. Cuando el capital es neoliberal, de lucro omnímodo, de mercado total, de exclusión de inmensas mayorías, entonces el pecado capital es abiertamente mortal.

Y enfatizó: - No habrá paz en la Tierra, no habrá democracia que merezca rescatar este nombre profanado, si no hay socialización de la tierra en el campo y del suelo en la ciudad, de la salud y de la educación, de la comunicación y de la ciencia.

En el 2003, al cumplir 75 años, Casaldáliga presentó su renuncia a la prelatura, como exige el Vaticano a todos los obispos, excepto al de Roma, el papa. Sólo ahora, en el 2005, el Vaticano le nombró un sucesor. Antes, sin embargo, le envió a un obispo que, en nombre de Roma, le pidió que se alejase de la prelatura, de modo que no obstaculizara al nuevo prelado. A Don Pedro no le gustó la advertencia y, coherente con su esfuerzo de hacer más democrático y transparente el proceso de selección de los obispos, rehusó aceptarla. El nuevo obispo, fray Leonardo Ulrico Steiner, puso fin a la situación al declarar que don Pedro es bienvenido a São Félix.

(Traducción de José Luis Burguet)

lunes, julio 18, 2005

Srfn-op ahora en Blogger

Dado el comentario de muchos amigos y usuarios de la lista srfn-op, ahora se inaugura el blogger de la lista en donde cada uno pueda hacer sus comentarios y aportes al debate.

Saludos
Serafín

miércoles, julio 13, 2005

Refranes

Eduardo Galeano

Nueva York, Madrid, Londres: el terrorismo ataca nuevamente.

Este fue el título principal de muchos diarios del mundo, en la edición que informó de las explosiones que sacudieron a la capital inglesa. Reveladora coincidencia: no mencionaron a Afganistán ni a Irak. Los bombardeos contra Afganistán y contra Irak ¿no fueron, no siguen siendo, atentados terroristas, que en el caso de Irak se repiten día tras día? ¿No es siempre, o casi siempre, la clase trabajadora quien pone los muertos en los atentados y en las guerras? ¿No merecen el mismo respeto y la misma compasión las víctimas de cualquier expresión del desprecio por la vida humana?. Sin comerla ni beberla, no menos de tres mil campesinos fueron despedazados por las bombas que buscaron, y no encontraron, a Bin Laden en tierras afganas. Y no menos de 25 mil civiles, muchos de ellos mujeres y niños, fueron despedazados por las bombas que buscaron, y no encontraron, las armas de destrucción masiva en Irak, y por el baño de sangre que sigue provocando la ocupación extranjera del país. Si Irak hubiera invadido a los Estados Unidos, anormalidad que a nadie se le pasa por la cabeza, las víctimas civiles serían, en proporción, trescientos mil norteamericanos. Por los siglos de los siglos resonarían en el mundo los truenos de semejante horror. Como los muertos son iraquíes, rápidamente se convierten en costumbre.

En 1776, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos afirmó que todos los hombres son creados iguales, pero poquitos años después la primera Constitución aclaró el concepto: estableció que en los censos de población, cada negro equivalía a las tres quintas partes de una persona. ¿A cuántas partes o partecitas de una persona equivale, hoy día, un iraquí?

"Unos son más iguales que otros", dicen que dicen.

- - -

Y dicen: "Otros vendrán que bueno te harán". El terror de Estado, fecundo papá de todos los terrorismos, encuentra coartadas perfectas en los terrorismos que genera. Derrama lágrimas de cocodrilo cada vez que la mierda pega al ventilador y simula inocencia ante las consecuencias de sus propios actos. Pero no tienen de qué quejarse los dueños del mundo: las atrocidades que cometen los fanáticos y los locos les brindan justificación y les regalan impunidad.

- - -

"La mentira tiene patas cortas" A la vista está: la mentira tiene patas larguísimas. Tan larguísimas que corren a mucha mayor velocidad que los desmentidos de los mentirosos.

Después de gritar a los cuatro vientos que Irak era un peligro para la humanidad, Bush y Blair admitieron públicamente que el país que habían invadido y aniquilado no tenía armas de destrucción masiva. En las elecciones siguientes, en Estados Unidos y en Gran Bretaña, el pueblo los recompensó reeligiéndolos.

- - -

"El crimen no paga": ya ni los refranes saben lo que dicen. El mundo gasta nada menos que 2.200 millones de dólares por día, sí, por día, en la industria militar, industria de la muerte, y día tras día la cifra sube y sube. Las guerras necesitan armas, las armas necesitan guerras y las guerras y las armas necesitan enemigos.

No hay negocio más lucrativo que el asesinato practicado en escala industrial. Su industria derivada, la industria del miedo, consagrada a la fabricación de enemigos, es hoy por hoy la principal fuente de ganancias de las empresas dedicadas al entretenimiento y a la comunicación. En Hollywood ya no hay película que no estalle, y sus guionistas agregan sustos al susto: por si fuera poco el pánico terrestre, agregan las amenazas del terror importado desde otros planetas.

La industria militar necesita producir miedo para justificar su existencia. Perverso circuito: el mundo se convierte en un matadero que se convierte en un manicomio que se convierte en un matadero que... Irak, país bombardeado, ocupado, humillado, es la escuela del crimen más activa en nuestros días. Sus invasores, que dicen ser libertadores, han montado allí el más prolífico criadero de terroristas, que se alimentan de la desesperanza y de la desesperación.

- - -

"Al que madruga, Dios lo ayuda" ¿Madrugan los jefes guerreros? ¿Madrugan los exitosos banqueros? En realidad, el refrán exhorta a levantarse tempranito a los humildes laburantes, y proviene de los tiempos en que trabajar rendía.

Pero en el mundo actual, el trabajo vale menos que la basura.

De los dos motores del sistema universal de poder, este sistema que se llamaba capitalismo allá en mi infancia, sólo funciona uno. El estímulo de la codicia desapareció, al menos para la mano de obra. Ya nadie tiene ni la más remota esperanza de hacerse rico trabajando. Ahora los dos motores son el miedo y el miedo: miedo a perder el empleo, miedo a no encontrar empleo, miedo al hambre, miedo al desamparo.

Los sindicatos defendían a los trabajadores, en tiempos que ahora parecen prehistóricos. Las empresas multinacionales más famosas, Walmarts y McDonald's, niegan sin el menor disimulo el derecho obrero a la agremiación y arrojan a la calle a quien cometa la osadía de intentarlo. A los organismos internacionales que velan por los derechos humanos, esta escandalosa violación no les mueve un pelo; y el ejemplo cunde. El ninguneo de los sindicatos, o su prohibición lisa y llana, empieza a ser normal.

El sindicalismo, fruto de dos siglos de luchas obreras, está en crisis en todo el mundo, como están en crisis todos los instrumentos de defensa colectiva y pacífica de la gente que vive de su trabajo, y que ahora, librado cada cual a su suerte, sobrevive obligada a aceptar, sí o sí, lo que los empleadores exigen: el doble de horas a cambio de la mitad del salario..

Los sindicatos, debilitados, perseguidos, poco pueden ayudar, y Dios tiene, al parecer, otras ocupaciones. El presidente Bush lo necesita noche y día: es misión divina su proyecto de conquista del planeta, y Dios guía sus pasos. ¿Cómo se comunican? ¿Por mail, por fax, por teléfono, por telepatía? Secreto de Estado.

- - -

"A las armas las carga el Diablo" Este refrán no se equivoca. Dios no puede ser tan jodido. Ha de ser el Diablo el que carga las armas, o al menos las armas de destrucción masiva, las verdaderas, las que Irak no tenía, las que están reventando al mundo: los bombardeos de mentiras de las fábricas de opinión pública; las armas químicas de la sociedad de consumo, que enloquecen el clima y pudren el aire; los gases venenosos de las fábricas del miedo, que nos obligan a aceptar lo inaceptable y convierten la indignidad en fatalidad del destino; la mortífera impunidad de los asesinos seriales elevados a la categoría de jefes de Estado; y las espadas de doble filo de las grandes potencias que multiplican, a la vez, la pobreza y los discursos contra la pobreza, y al mismo tiempo venden minas antipersonales y piernas ortopédicas y desde los cielos arrojan misiles y contratos de reconstrucción sobre los países que aniquilan.

martes, julio 05, 2005

Caricatura y corrupción

BONIL
Revista Probidad


"Castigat ridendo mores". Así decían los romanos para definir la función de la comedia, y, en general, diríamos, de la sátira. Riendo castigar las costumbres. Y así mismo, Juan Montalvo, gran estilista, beligerante, diría después "Mi pluma lo mató" al enterarse del asesinato del dictador ecuatoriano García Moreno, a quien combatió y tuvo la costumbre de castigar tenazmente con sus sátiras...

¿No es acaso uno de los temas preferidos de la sátira la política, los poderosos, los abusos de ellos? ¡Cierto! Como cierto es que muchas de las debilidades de algunos artistas han sido enderezar entuertos, señalar errores y corregir el mundo.

La tentación por utilizar el arte con propósitos purificadores, educativos, salvadores ha sido siempre muy grande. En la Iglesia de La Compañía (s. XVII), en Quito, permanece una copia del cuadro de Hernando de la Cruz, de enormes dimensiones, como enormes eran los pecados que se consideraban en ese entonces debían ser castigados en el infierno, al modo como constan en la pintura. La adúltera lamida y devorada por los cerdos, el lujurioso quemado en aceite, más allá el traidor acuchillado intermitente e interminablemente por la espalda ¿Era, si lo pensamos bien, una de las primeras manifestaciones de arte contra la corrupción? Quiero decir, un arte pensado para enseñar, moralizar y combatir la podredumbre. Muy probablemente, era un arte contra una concepción de corrupción.

Pero arte moralizador al fin porque la corrupción puede estar en todas partes y según los puntos de vista, en todos los temas.

A muchos, en ese entonces, les habrá causado una risa enorme ver sufrir así a los pecadores. Les habrá parecido a otros una exageración. Y así, con exageración y risa, dos rasgos atribuidos a la caricatura ¿alguien podría decir que aquel cuadro era una caricatura? Sin duda no, aunque hoy es casi una regla ver a los turistas soltar la risa cuando lo ven. No obstante, la caricatura muchas veces ha cumplido esa función y ha tenido la misma pretensión que la del cuadro mencionado (habrá a quienes les moleste el paralelismo). Basta recordar los dibujos que en la época de Lutero se hicieron, en los cuales el Papa y su arzobispo, con cuerpos de asnos o de algún otro animal, devoraban a sus feligreses. La Contrareforma, como es de suponer, también hizo lo suyo, ridiculizando a Lutero, al mostrarlo como el diablo mismo. De igual manera, tantos dibujantes, a lo largo de la historia, ridiculizaron los abusos de los gobernantes y ejercieron de ese modo la posibilidad de vengarse de los poderosos y los abusivos. Y hoy, como siempre, tantos monigotes representativos de ciertos gobernantes o funcionarios públicos, que son abofeteados e incinerados en las plazas públicas nos recuerdan que la sátira, la exageración, la caricatura, el humor han buscado menoscabar mediante la risa, lo que se ha considerado podrido.

Hoy también se habla de caricatura anticorrupción. Sin embargo, al mismo tiempo cabe sorprenderse porque una caricatura no denuncia nada. No puede. O, al menos, es muy difícil. Ese campo le es más propicio al reportaje, a la investigación. Pero a la caricatura de periódico, no. En un solo golpe le resulta imposible contextualizar, brindar nueva información, datos, fechas. Aunque, además, eso es algo que no le corresponde. A la caricatura le corresponde resaltar un aspecto, tomar lo sustancial, resumir los accidentes, encapsularlo en un mensaje y lanzarlo para que sea devorado satisfactoriamente por los correligionarios del satírico de ese modo se socializa una percepción, una predisposición o un sentimiento que está flotando en el ambiente: la sospecha respecto de los poderosos.

Ahora, mi pregunta es: ¿luego de todos esos incineramientos, de todos esos graffittis hemos combatido la corrupción? ¿Qué es combatir? ¿Logramos vencerla, disminuirla? ¿O solamente somos como aquellos que iban delante de los ejércitos cantando diatribas contra los enemigos para encorajinar a los guerreros? Probablemente así sea.

La caricatura de prensa (que no la de barricada) tiene otras exigencias, porque el circuito comunicacional es distinto al de la hoja volante. Ya no es tan beligerante como antaño. Ya no es tan satírico; es más irónico. No es tan evidente; es más sutil. Y está bien.

En todo caso, el humor a uno le tiene que salir como uno es. Con su ética personal y su compromiso personal. Yo no me planteo un tema como tarea. Y no, sencillamente porque cuando la caricatura (o el dibujo de humor, diría mejor) se plantea una pretensión pedagogizante deja de ser humor y pasa a ser cartel, panfleto o "imaginería religiosa".

El único compromiso que tiene la caricatura es que tenga humor. Porque si no lo tiene, la caricatura contra la corrupción se habrá corrompido.

"sobre la prensa"
"condiciona - miento"
"sobre jueces"
"democráticos"

Xavier Bonilla Zapata. BONIL. Quito Ecuador. 1964 - 20... Hice la carrera de Ciencias Sociales y Políticas pero nunca las ejercí porque en lugar de dar risa con mis análisis, como algunos cientistas, preferí intentar generarlas con mis dibujos. Publico desde los 17 años y actualmente lo hago en los periódicos "El Universo" y "Hoy" de mi país. También colaboro con otras revistas. Libros publicados: Siempre pa'lante (1988); Venimos de Lejos (Los 500 años) ; Privatefalia S.A. (Historietas fabuladas sobre la privatización); Hamor se escribe con hacha (relaciones de pareja, sexo); Premios: Brasil, una vocación aeronáutica (1990); Premio al humor (1996) otorgado por la Embajada de Francia y diario El Comercio. Pero el mejor premio que más me gusta es el que recibo todos los fines de mes en forma de cheque.

lunes, julio 04, 2005

Corrupción y poder

Leonardo Boff
Teólogo


«El poder tiene tendencia a corromperse y el poder absoluto a corromperse absolutamente». Esta es la famosa frase de Lord John Emerich Edward Dalberg-Acton (1843-1902) citada siempre en contextos de corrupción. De familia aristocrática anglo-ítalo-alemana, fue profesor de historia en Cambridge. Católico y adepto del liberalismo, se oponía duramente al reaccionarismo del Papa Pío IX. El 5 de abril de 1887 escribió una carta a su colega Mandell Creighton, que había publicado cinco tomos sobre la historia de los papas del tiempo de la Reforma protestante. En esta obra mostraba cómo ellos, contrariamente a los principios cristianos, abusaban de su posición de poder y justificaban sus acciones inmorales apelando a su función religiosa, pues, en palabras de Dalberg-Acton «la función santifica a su portador». Este hecho lo llevó a afirmar que el poder absoluto corrompe absolutamente.

No sé si por pesimismo o por realismo también afirmaba: «Mi dogma es la general maldad de los hombres de autoridad».

Como católico, el Lord veía en la corrupción la presencia del pecado original. Esta expresión, no la realidad, fue creada por San Agustín en 416. Con ella quería expresar la visión bíblica según la cual «la tendencia del corazón es mala desde la infancia» (Gén 8,21). Por esta razón, en lugar de pecado original, la tradición cristiana usaba la expresión corrupción en su sentido etimológico: tener un corazón (cor) roto (ruptus) o simplemente ser «homo corruptus». No otra cosa pensaba Kant cuando decía metafóricamente: «somos un leño torcido del que no se pueden sacar tablas rectas». En otras palabras, en el ser humano hay una corrupción básica que se manifiesta en sumo grado en los portadores de poder. ¿Por qué justamente en ellos? Nadie mejor que Thomas Hobbes para respondernos en su Leviatán (1651): «destaco, como tendencia general de todos los hombres, un perpetuo e inquieto deseo de poder y más poder que sólo termina con la muerte. La razón de esto reside en el hecho de que sólo es posible mantener el poder buscando todavía más poder».

Existe, por lo tanto, una relación estrecha entre poder y corrupción. Corrupción es el uso del poder en beneficio propio. El beneficio puede ser dinero, influencia, proyección, tratamiento especial. Es fundamental el secreto en las transacciones, porque son inmorales o ilegales. Se usan, pasiva o activamente, regalos, presiones, fraudes, sobornos y nepotismo. Corrupto es quien soborna o acepta ser sobornado, para garantizar beneficios para sí, para un partido o para el gobierno. El punto central es el abuso de la posición de poder.

¿Cómo superar la corrupción? Para empezar, confiar-desconfiando siempre del ser humano porque nunca es inmune al abuso del poder. Nada de dar cheques en blanco. Después, evitar la concentración de poder. La división de poderes fue pensada para evitar la posible corrupción. Luego, control por parte de la sociedad, utilizando principalmente los medios de comunicación. Exigir siempre transparencia en todos los procedimientos. Por último, castigar a los políticos corruptos con fuertes penas por haber cometido un delito especialmente grave: hacer daño a la colectividad.

viernes, julio 01, 2005

Ekklesia-democracia radical

Leonardo Boff
Teólogo


Siempre que hablamos de democracia, nos referimos a la experiencia fundadora de los griegos, en cuyas ciudades los ciudadanos ejercían el poder de decisión de forma directa de acuerdo al principio del predominio de la mayoría. Por más que la idealicemos, especialmente después de las teorizaciones de Platón y Aristóteles, la democracia era en realidad muy restringida. Las ciudades-estado eran pequeñas y solamente 1/6 de la población ejercía la democracia, concretamente, los ciudadanos libres. Las mujeres, los esclavos, los artesanos, los extranjeros y los inmigrantes estaban excluidos. Pero la experiencia griega se convirtió en referencia para toda la reflexión política posterior.

Sin embargo, hay otra experiencia de democracia, mucho más radical que la griega, que fue vivida por las dos primeras generaciones de cristianos. Ésta es paradigmática para todo pensamiento utópico posterior, aunque haya sido abandonada por el cristianismo vigente que se organizó de forma opuesta. No se convirtió en referencia para el discurso político actual por haber sido realizada en el marco de una experiencia religiosa, poco o nada valorada por el pensamiento laico y laicista. Hoy, a pesar de su nicho religioso, vemos la democracia cristiana como cualquier otro fenómeno social, merece consideración especialmente cuando se busca una democracia radical, llevada a todos los campos de la convivencia humana, a los movimientos sociales y también a la economía, es decir, una democracia sin fin.

La experiencia generadora de la democracia radical cristiana fue la práctica de Jesús: absolutamente anti-discriminatoria, anti-jerárquica y de fraternidad universal. San Pablo resume todo diciendo: «Ahora ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, pues todos son uno en Cristo Jesús» (Gál 3,28). El resultado fue que esclavos, libres, portuarios, mercaderes, abogados, soldados... independientemente de su situación social y de género, formaban comunidades fraternales que vivían la «koinonia» (comunión), palabra para expresar el comunismo radical de «poner todo en común», repartiendo los bienes materiales «según las necesidades de cada uno». Y como elogio se dice que «no había pobres entre ellos» (Hechos 2 y 3). Esa democracia era verdaderamente radical pues toda la comunidad participaba en la toma de decisiones. La ley básica era: «lo que concierne a todos, debe ser decidido por todos». Eso valía también para el nombramiento de los obispos y de los presbíteros.

Dicha comunidad se llamó «ekklesia» en griego, «ecclesia» en latín e «iglesia» en castellano. El sentido original de «ekklesia» no era religioso, sino político: la asamblea popular. Se escogió ese nombre profano para distinguir la democracia cristiana de otras expresiones religiosas de la época.

Esta memoria se ha perdido en la Iglesia Católica. En cierta ocasión, preguntaron a Juan Pablo II si la Iglesia era una democracia. Respondió: no, es una «koinonia». Ahora bien, «koinonia» es sinónimo de democracia radical, cosa que seguramente el papa no pensó. En efecto, tal como se estructura hoy, no es «koinonia». Es una monarquía absoluta espiritual organizada bajo la influencia de las monarquías del pasado. Como tal, cierra las puertas a la democracia cristiana de los primeros tiempos. O sólo la acepta bajo la forma inocua de la espiritualización. Es importante que rescatemos la memoria revolucionaria escondida en la palabra «Iglesia». ¿No inspira tal vez otra manera de ser cristiano y de ser ciudadano?