viernes, junio 23, 2006

Organizar la esperanza

Frei Betto
religioso dominico


Frente a la realidad en que vivimos, no podemos ni debemos quedarnos de brazos cruzados. Hay que alimentarnos, en la fe y en la mística, nuestra esperanza y buscar alternativas al neoliberalismo. No cae todo del cielo. Surgen de la práctica social, a través de luchas populares, movimientos sindicales, grupos de presión de la sociedad civil, partidos políticos, etc.

Para forjar esas alternativas, se exige:

1. Visión crítica del neoliberalismo. Hay que profundizar el conocimiento del neoliberalismo como carácter globalizado del capitalismo en este mundo unipolar. Ahora, la especulación predomina sobre la producción; los conglomerados transnacionales se sobreponen a los Estados; el mercado centraliza la economía mundial; el paro y la exclusión social son tenidos como meros fenómenos resultantes del desarrollo tecnológico y de la concentración del capital.

El neoliberalismo profundiza las contradicciones del capitalismo, en la medida en que la expansión globalizada del mercado provoca la competición comercial entre las grandes potencias; desplaza la producción para áreas donde se puedan pagar sueldos irrisorios; estimula el éxodo de las poblaciones pobres rumbo a las naciones ricas; introduce tecnología punta que reduce puestos de trabajo; vuelve las naciones dependientes del capital especulativo.

2. Organizar la esperanza. No basta esperar una nueva sociedad, hay que trabajar para construirla. Se cosecha en el futuro lo que se siembra hoy. Encontrar alternativas es un esfuerzo colectivo. Las alternativas no surgen de la cabeza de intelectuales iluminados o de gurús ideológicos. De ahí la importancia de dar consistencia organizativa a todos los sectores de la sociedad que esperan otra cosa diferente de eso que se ve en realidad actual: desde agricultores que sueñan en labrar su propia tierra hasta los jóvenes interesados en la preservación del medio ambiente. Hay que organizar la esperanza en la tierra, en el movimiento sindical, en la Iglesia, en el arte, en el grupo de mujeres, etc.

3. Rescatar la utopía. El neoliberalismo pregona el "fin de la historia", de las grandes místicas que dan sentido a la vida, de las ideologías, de las utopías. Ahora, todo es "aquí y ahora", la cultura se convierte en un mero entretenimiento, las grandes narrativas se despedazan en fragmentos, la historia se restringe a la vida privada y a los detalles.

Sin utopías no hay movilización motivada por la esperanza. Ni posibilidad de visualizar un mundo diferente, nuevo y mejor.

4. Elaborar proyectos alternativos. Las utopías deben ser traducidas en proyectos que señalicen la nueva sociedad y, en ella, al hombre y la mujer nuevos. No conviene confundir proyectos con programas. Hay partidos que tienen programas, pero no tienen proyectos. Debemos tener un proyecto en el cual estén contenidos nuestros sueños de futuro y los valores que defendemos.

5. Establecer un programa de trabajo. El proyecto es la síntesis del programa. Este debe concretar los objetivos, las prioridades, los recursos, las etapas, el modo de actuar en las diferentes áreas y con los diferentes sectores de la población.

6. Estrategia de lucha. Definidos el proyecto y el programa a la luz de la utopía de una sociedad alternativa, la organización de la esperanza supone señalar la estrategia de como alcanzar los objetivos propuestos. Debemos tener claras las prioridades de trabajo, los objetivos, los recursos, las banderas de lucha.

7. Profundizar la mística y construir el hombre y la mujer nuevos. Es la mística que nos motiva e imprime sentido a nuestra vida individual y a nuestro esfuerzo comunitario o colectivo. La mística de naturaleza religiosa se nutre en las fuentes de la oración, en la meditación de la Biblia, en el ejemplo de Jesús y de los grandes maestros espirituales; mientras en la naturaleza laica se nutrirá con el ejemplo de los grandes militantes de la utopía como Gandhi, Luther King, Che, Zumbi, Chico Mendes etc.

La mística hace que abracemos los nuevos valores - solidaridad, participación, compartir, etc. - que forjan en nosotros el hombre y la mujer nuevos. La sociedad se hace nueva cuando nos hacemos nuevos. Y al hacernos nuevos, transformamos la vieja sociedad en nueva. Una cosa depende y está ligada a la otra.

Nuestros valores deben estar enraizados en el corazón. Eso exige una profundidad de nuestra subjetividad. Nuestra esperanza no es sólo política. Es también espiritual. Los nuevos valores deben ser vividos en las relaciones interpersonales, de género, familia y compañerismo, sin el riesgo de transformarse en mili-tonto, aquel que participa de todo pero, en la vida personal, contradice lo que predica y defiende, pues jamás reserva tiempo a la oración, a la familia, al estudio, al ocio, volviéndose susceptible de perder el equilibrio mental y la salud física y espiritual.

jueves, junio 22, 2006

Oaxaca: Entrevista a Francisco Toledo

El gobierno no previó el conflicto magisterial

Enrique Mendez y Octavio Velez
www.jornada.unam.mx


Los profesores no deben crear imagen de vándalos, dice...

Preocupado por la polarización de la sociedad oaxaqueña a raíz del conflicto de maestros, el artista señala que el dinero de las campañas se debería destinar a quienes más lo necesitan; además calificó de torpe el uso de la fuerza pública

En un gesto que es muy suyo, Francisco Toledo frota con sus manos la frente y la cabellera eternamente revuelta, antes de responder y expresar su inquietud porque "la sociedad oaxaqueña está muy confrontada", debido a la ruta que tomó el paro magisterial, una disputa a punto de escalar con la marcha oficial de este jueves: "pueden enfrentarse si hay gente que venga a azuzar; no sabemos qué clase de personas puedan venir, si estarán en orden o habrá desmanes".

El pintor juchiteco, cuyas obras artísticas han sido valuadas en miles de dólares, ha abogado desde el Patronato Pro-Defensa del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca (Pro-Oax) por que todos los actores sociales, culturales y eclesiásticos de la entidad se sumen para encontrar una salida pacífica. "Si hay que rezar, como dice el arzobispo José Luis Chávez Botello, bueno, hay que rezar. Ablandar los corazones de los políticos y los maestros", dice él.

A Toledo le apena que lo fotografíen, al grado que por momentos inclina la cabeza; ya en confianza se olvida de la cámara de María Meléndrez que captura su imagen. Ya relajado, casi al final de la entrevista con La Jornada, donde desgrana sus opiniones sobre el plantón de maestros, trepa a una silla de madera, e impulsado por sus brazos que lo sostienen del marco de una ventana sube, en un vuelo juvenil, y se deja hacer.

Toledo es irónico y crítico: "este conflicto no es nuevo, cada año se repite... es como una costumbre, una tradición así como la Guelaguetza. Nada más faltan los bailes folclóricos. Pero hay una necesidad real de los maestros, que exigen un mejor salario. No sé por qué el estado, sabiendo que esta demanda venía para este mes, no lo previó para tener una respuesta económica.

"La SEP dice que no tiene dinero para estas demandas, pero uno se pregunta: ¿dónde está el dinero del petróleo? Hay recursos mal distribuidos en las campañas. Se gasta tanto dinero inútilmente, que va a dar a las manos de las televisiones y la radio, que bien podría ir a quien lo necesita más".

Acodado en una mesa rústica de madera, de las cinco que existen en el patio del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), el artista cuestiona en la entrevista el hecho de que grupos supuestamente no ligados al magisterio provocaran tal daño.

"Y eso no es justo, se puede rehacer pero va a costar y creo que en eso los maestros deberían tener mucho más cuidado para no crear esa imagen de vándalos.

"Nuestro llamado del lunes fue a la cordura, a la negociación. El jueves o viernes iniciaremos un programa de radio, en el cual se invitará a la sociedad a que hable con libertad del movimiento, que haga críticas, y esperamos sirva para que la gente desahogue sus corajes e inconformidades".

El desalojo de la semana pasada lo tomó a él dormido, los gases lacrimógenos afectaron a sus perros y, apenas abrió los ojos, pensó que el escándalo era provocado por el despegue de un avión del aeropuerto internacional Benito Juárez, en Santa Cruz Xoxocotlán. Se trataba del helicóptero desde el que se arrojaban granadas a los maestros.

-¿Cómo evalúa el uso de la fuerza policiaca para romper el plantón?

-Parece que fue muy torpe, no sé militarmente cómo se diga, pero fue un fracaso. No lograron su objetivo, hubo descalabrados, cada lado tomó sus rehenes, sus prisioneros. No sirvió de nada, solamente para hablar de la ineptitud de la policía oaxaqueña, de la improvisación como se hacen las cosas.

Pero así como la irrupción policiaca le impactó, también vio con sobresalto las imágenes de la megamarcha convocada por el magisterio el viernes 16: "parece que convocaron a miles de personas. Es impresionante ver esas imágenes. Da un poco de miedo que toda esta gente pueda salirse de su cauce. Hubo un poco de excesos de grupos, que se dice no son los maestros, con las pintas, la destrucción de anuncios, señales de tránsito, rompieron vitrinas de comercios".

-¿Qué sentimiento le da ver a Oaxaca así?

-Sí me preocupa y, por otro lado, el Centro Histórico de Oaxaca lo hemos hecho los ciudadanos, restaurando casas, cuidándolo y da tristeza que todo este esfuerzo de la ciudadanía de crear estos espacios esté en peligro de que el vandalismo venga, entre y le prenda fuego.

"O que las bombas lacrimógenas lleguen a los lectores, a los visitantes, a los periodistas que vienen. Todo tipo de peligros en esta zona pública, pero ya pasó y esperemos que no se repita".

-Pero los maestros están muy inquietos, porque prevén una nueva intervención.

-Yo no creo. Lo único es que sí viene una marcha de gente ligada al PRI, al gobierno, que pueda haber confrontación por gente que venga a azuzar. Me refiero a la marcha de este jueves; es preocupante porque siempre hay provocadores.

-¿Esto podría enfrentar a la sociedad?

-La sociedad sí está confrontada, se pelea en casa porque sus integrantes están de un lado o de otro.

-¿Es viable esta demanda de los maestros para que dimita el gobernador Ulises Ruiz?

-Me parece excesiva. Si el problema es laboral debe quedarse en eso. No creo que arreglaría ni solucionaría nada el hecho de que se vaya el señor Ulises.

Las manos del pintor se mueven insistentemente sobre su cara. Encoge los hombros cuando se le pide una evaluación sobre el gobierno de Ruiz Ortiz, pero sí reconoce que ha despertado inconformidad por obras de remodelación como el parque El Llano y la ampliación del Cerro del Fortín, sobre todo porque no se sabe cuánto se gastará en ello y porque la administración local no aceptó constituir un consejo ciudadano de evaluación ni promover una ley de transparencia en la información.

-¿Le parece una buena idea la ampliación de la carretera de El Fortín?

-Yo no manejo. Sí hay un problema de vialidad, a lo mejor debió pensarse más pero no quiero opinar de un tema que no sé. ¡Imagínese un pintor hablando de vialidad!

-Bueno, usted camina las calles de Oaxaca y tendrá una opinión, por ejemplo, de la instalación de parquímetros.

-No me pareció. El parquímetro en el Centro Histórico, como máquina moderna sí violenta el aspecto de la ciudad, que está tan cuidado. Tal vez pueda tacharse de purismo, pero por lo que sí abogamos es por los peatones, cerrar más el Centro Histórico a los camiones de turismo, de gran peso que con sus vibraciones y los gases destruyen la piedra. Nosotros estamos por eso, pero los comerciantes no lo quieren y hubo una insurrección cuando se cerró 5 de Mayo.

-¿Los profesores tendrían que dejar las calles libres?

-No sé. Lo que sí siento grave es que los niños no terminen su ciclo escolar, pero también es importante el salario de los maestros, porque de ellos depende esta generación. No quiero hacer discursos, pero son el alma de la nación, y no terminarán con la misma preparación que en las escuelas particulares.

"Tienen muchas carencias, y de por sí la sobrepoblación en las escuelas de gobierno hace que también la enseñanza sea más complicada, porque un maestro con 50 o 60 alumnos no da ni para la paciencia".

-¿Se siente tranquilo mientras camina por el Centro Histórico?

-Bueno, como cada vez estoy más sordo, estoy más intranquilo porque no oigo los coches que me pitan o me pueden atropellar, así que vivo un poco inquieto, pero no especialmente por mi seguridad. Soy un poco distraído también.

-¿Y por las elecciones?

-Yo no voto. No tengo cartilla de elector o como se llame. No creo en todo eso, sólo sé que es un gasto inútil el de las campañas, que va a dar a manos de las televisiones, de la radio. Realmente es absurdo, pero hay quien cree en eso. Sí me preocupa esta situación de los maestros y si pierde México en el fútbol, tal vez.

A Toledo se le sale una risita juguetona. Y una más, pícara, cuando al responder a una pregunta sobre la impresión que tiene de Andrés Manuel López Obrador, Roberto Madrazo y Felipe Calderón. Dice: "No los conozco, no sé qué sean. Ahí sí no me atrevería a decir nada. No sé quiénes sean. En sus partidos, en su casa los conocen".

martes, junio 20, 2006

Fútbol, devoción brasileña

Frei Betto
religioso dominico


El fútbol es juego, y el juego es hermano gemelo del arte. Si el arte nos permite trascender -pues todo artista es un clon de Dios- y traduce la búsqueda de la inmortalidad de quien lo cultiva, el juego es una bola en el suelo: condensa la vida.

No hay un juego igual a otro. Cada partido es único, singular, regido por el principio cuántico de la indeterminación. Al ver la pelota es imposible prever con seguridad el movimiento que hará. Si está en movimiento, como en un pase entre Roberto Carlos y Ronaldinho Gaúcho, nada impide que sea interceptada por la cabeza del jugador adversario o por un movimiento de bandera indicando una falta.

La vida es juego. Al nacer entramos en el campo, con la diferencia de que no sabemos cuándo termina el partido. Sabemos, por experiencia, que es imprevisible. Porque no somos lo que pensamos. Somos lo que hacemos. Y no siempre actuamos según los principios que profesamos. Nuestro actuar es interactuar. Al "yo soy yo y mis circunstancias", de Ortega y Gasset, podemos añadirle: "yo somos nosotros", colectividad. "Nosotros" de relaciones con los semejantes y con la naturaleza.

Nadie acapara siempre la pelota. Nuestro existir depende de pases ajenos, unos certeros, otros extraviados; de la capacidad de regatear situaciones complicadas; de situaciones imprevistas, de faltas, contusiones, disparos a la grada y jugadas brillantes. Hasta que metamos gol -en la vida familiar o profesional- la pelota siempre retorna al campo y el juego recomienza, cual incesante pelea de Sísifo.

Nunca sabremos el resultado final. La sabiduría consiste en jugar sin hacer trampas (ética), observando las reglas, aunque sea frecuente la tentación de burlarlas. ¡Cuántos campeones de ahora dejaron el campo cubiertos por la derrota! Sócrates, Jesús, Juana de Arco, Tiradentes, Van Gogh! Y lo mismo a la inversa: campeones que ayer levantaron la copa de la victoria sin imaginar que el tiempo les haría beber la hiel de la ignominia: Nerón, Hitler, Stalin, Médicis.

Esa asociación que sucede en nuestro inconsciente entre vida y juego nos induce a tomar partido con entusiasmo: Se juega en el campo la estima de una nación, de los seguidores de un equipo, del hincha como individuo. El deporte catalizador, dionisíaco, varía de país a país. En la Grecia antigua, el maratón; en los Estados Unidos el béisbol; en Rusia la nación se extasía ante un tablero de ajedrez; en Brasil el fútbol. El fútbol es nuestra alma y expresa nuestra creatividad, que trasciende la razón. Como en el teatro griego, en el estadio se ritualiza la catarsis de un pueblo. Todo gira en torno a una bola, objeto esférico, la más perfecta forma espacial, símbolo del universo, del globo terrestre, del firmamento, de la totalidad de todos los opuestos que se anulan entre sí. Figura geométrica dinámica, como nuestra índole. La bola expresa, como todo círculo, la vuelta a sí mismo, y significa unidad y perfección.

El campo, con su engramado impecable, es nuestro Jardín del Edén, encerrado en un estadio que, en general, tiene forma esférica. Allí se decide nuestro destino. Hay que recordar que "gol" deriva del inglés goal, que significa "objetivo". Hay que alcanzarlo, aunque sea a través de los meandros laberínticos del juego; importa estar simbolizado en la disputa. Y todo el juego se da gracias a la cooperación, al engranaje, a la confianza entre los jugadores. E implica la derrota del adversario, aunque sin anularlo, reconociéndole siempre el derecho a una nueva posibilidad de buscar la victoria. Finalmente, predomina la compasión.

Como los juegos de Olimpia, en la antigua Grecia, el fútbol es tragedia y comedia, derrota y victoria, tristeza y alegría. La pelota en los pies y la emoción en el corazón son nuestra más evidente expresión religiosa pagana, multireligiosa. Encendemos velas, hacemos promesas, alimentamos orixás, movilizamos amuletos y sortilegios.

Los héroes del panteón brasileño, inmortalizados en la memoria nacional, son Didí, Garrincha, Pelé, Tostao, Zico y tantos otros jugadores de fútbol. Somos fieles devotos de nuestros equipos preferidos. Aunque pierda o baje de categoría, no admitimos rechazarlo ni arrancar del corazón la bola de nuestra imperecedera fidelidad. Pues tenemos fe de que, en el futuro, nos dará grandes alegrías y victorias.

La Copa es copa, y taza en la que todos sorbemos alientos y esperanza, en una comunión que sacramenta la unión de 180 millones de brasileños. Es tanta su importancia para el pueblo brasileño, que el fútbol debería ser nombrado patrimonio nacional.

jueves, junio 15, 2006

Colombia: Aumentan desplazados

BBC Mundo

"Nosotros calificamos la situación en Colombia como la peor crisis humanitaria en el mundo, fuera de África". Esa es la evaluación hecha a BBC Mundo por William Spindler, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, ACNUR, en Ginebra.

"El conflicto interno en los últimos años ha recrudecido y ha provocado el desplazamiento interno de más de dos millones de personas", dice Spindler.


El conflicto

Según el portavoz de ACNUR, la causa del aumento en el número de desplazados es el conflicto interno que afecta al país con enfrentamientos a diario entre el ejército y grupos irregulares.

Desde su perspectiva, los principales responsables del problema de los desplazados son los grupos armados irregulares, pero también reconoce responsabilidad por parte del gobierno colombiano.

"Podemos decir que desde el punto de vista de la efectividad en velar porque los derechos de los ciudadanos se cumplan, el gobierno colombiano está fallando en sus responsabilidades".

Pero no es tarea fácil. Spindler destaca que existen grandes dificultades para resolver el conflicto.

Especialmente cuando se trata de atacar las causas estructurales del problema como la falta de justicia social, el desarrollo y la lucha contra las drogas.

Sin embargo, pese a los esfuerzos, el problema de los desplazados sigue aumentando.

"Lo que está fallando es que nuestros esfuerzos, aunque son importantes, no son suficientes", señala Spindler.

"Mientras siga el conflicto, van a seguir existiendo desplazados".


Desplazados en el mundo

Según un informe de ACNUR publicado este viernes, el número de desplazados internos en el mundo ha crecido desde un total de 19,5 millones de personas en 2004, a cerca de 21 millones el año pasado.

Son personas obligadas a abandonar su hogar por actos de violencia o porque temen por sus vidas.

Terminan convirtiéndose en refugiados en el interior de su propio país, viviendo en precarias condiciones y sin acceso a los servicios más básicos.

Después de Sudán y la República Democrática del Congo, Colombia es el país con mayor número de desplazados.

La organización estima que entre 20 y 25 millones de personas son víctimas de este problema en todo el mundo.

Sin embargo, el informe de ACNUR, reveló que mientras aumenta el número de desplazados internos, baja el número de refugiados a nivel internacional.

En 2005 se produjo un descenso de 11,5% en el número total de refugiados comparado con el año 2004, llegando a 8,4 millones de personas.

La cifra es la más baja en los últimos 26 años.

(http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_5064000/5064598.stm)


Habla una desplazada

Una mujer de 36 años que fue desplazada dos veces por grupos armados le ofreció su testimonio a BBC Mundo. Por razones de seguridad, no publicamos su nombre ni el lugar en el que vive.

Nosotros estábamos inocentes, no esperábamos a nadie porque nosotros somos personas que nos dedicábamos a leer la Biblia... Vivíamos confiando en Dios que a ninguno del grupo le iba a suceder nada.

Hasta cuando llegaron dos hombres y mataron a dos de las compañeras. Ambas eran líderes en la iglesia. Los hombres hicieron de todo... acabaron con la vida de las mujeres. Las perdimos.

Cuando uno ve, es mucho el trauma que carga en la mente... lo que uno vio, nunca se le borra de la mente. Aunque trate de conversar, aunque trate de distraerse...

En el instante en que llegaron los vecinos a darnos auxilio, nos tocó agarrar los pelados y echarlos por delante. Metimos las muertas en hamacas y arrancamos como a las 4:30 pm.

Llegamos al pueblo al otro día, como a las 10:00 am. Solamente con los hijos y los muertos, después de que teníamos tantas cosas.


"No poner las malucas, sino las bonitas"

Lo perdimos todo. Mi marido sembraba en la finca yuca, ñame, maíz, aguacate y yo también por aparte tenía mi cría de gallinas, pavos, cerdo, carnero, chivo. Vivíamos felices y bien, y no como pobres. Gozábamos de lo que la tierra nos brindó. Teníamos ahorros.

Lo perdimos todo. A mí no me importaba si no tenía un peso en el bolsillo porque yo sabía que mis hijos tenían qué comer. Sólo tenía que arrancar ñame, yuca, un plátano, sacrificar una gallina, y ya había. Aquí yo tengo que amanecer con plata en el bolsillo para darle de comer a mis hijos.

Mi marido no hacía más que llorar. Yo a veces lloraba, pero aunque por dentro yo me esté muriendo yo siempre trato de disimular y no le pongo las malucas sino las bonitas. Yo quería que se le pasara el trauma de lo que acababa de ver.

Hasta un día que vino un muchacho y me dijo "¿y usted por qué no pone un puesto en el mercado?" Yo dije que sí, a pesar de que sabía que de un puesto no vivíamos nueve personas.

Yo me sentaba ahí en dos sillas a despachar pero veía que era muy poquito para mantener un hogar. Pero no quería que mi marido se viera alcanzado. Es que aquí los hombres no consiguen trabajo.


"Me va bien"

Un muchacho me prestó cien mil pesos. Me dijo que le tenía que pagar diario, y que de ahí iba a vivir. Yo le dijo que Dios te bendiga. Salí y compré otras cositas y la gente iba llegando al puesto.

Compramos aceite, verduras. Luego le dije a mi marido que montáramos una microtienda. La gente nos colaboraba comprando. Luego compramos un enfriador. Y en este año arreglamos la casa.

Con la microtienda sostengo a mis cinco hijos y a dos niñas que yo crié, y les doy todo. Ahora que nos dieron una capacitación de culinaria aprendimos a hacer pasteles y los vendemos con otras compañeras.

A pesar de todas las dificultades, tengo mi casa, mi negocio, mis niños estudiando, mi hogar es feliz. Y me capacité, en parte para borrar los traumas que tenía en la mente, lo que había perdido trabajando duro. A uno con el amor de Dios le va bien.

martes, junio 13, 2006

Fútbol, política y negocio...
a propósito de los mundiales

Isaac Bigio
analista internacional


Los mundiales de fútbol siempre han tenido cierto tinte político, no hay duda. La FIFA se fundó en 1904 con el fin de preparar una justa mundialista, pero sólo se pudo comenzar 26 años después, en Uruguay. Francia y Bélgica asistieron; Alemania no. Esto porque aún prevalecía el prejuicio aquel de que los vencedores (de la I Guerra Mundial, entre 1914 y 1918) no debían ponerse en línea competitiva con los vencidos. Así mismo el Reino Unido, donde precisamente nació el fútbol moderno, sólo comenzó su participación después de la Segunda Guerra Mundial.

Los anales del Mundial abren un paréntesis en Italia, justo cuando la bota itálica era regida por Benito Mussolini, quien con su maquinaria logró que su país fuera el mejor del planeta en 1934 y 1938, como clara afirmación del poderío militar y expansionista de su régimen. En 1958, el Reino Unido tuvo el aval de incluir a sus 4 equipos nacionales (Inglaterra, Escocia, Irlanda y Gales) dentro de los 16 participantes, mientras que sólo 3 equipos suramericanos entraron y ningún elenco de Asia, Africa u Oceanía compitió.

Ninguno de los países del llamado Bloque Socialista pudo entrar a un mundial antes de 1954, cuando se hizo la contienda en la Suiza "neutral".

Alemania -a quien se le impidió participar en los primeros mundiales de las postguerras (Uruguay 1930 y Brasil 1950)- se quedaría con la copa. Y es que en los mundiales ninguno de los grandes protagonistas de la "Guerra Fría" solía tener un rol significativo. China recién pudo hacer su primera participación en 2002, en tanto Estados Unidos últimamente ha empezado a invertir recursos en el "soccer". Rusia, en vida de Stalin, nunca participó de mundial alguno. La primera vez que miembros del Pacto de Varsovia compitieron en esta justa futbolera fue en 1954, al año de haber muerto Stalin. Sólo en dos oportunidades (Suiza '54 y Chile '62) equipos de países regidos por partidos comunistas llegaron a una final; ellos fueron Hungría y Checoeslovaquia.

Pasando a América, recordemos que Argentina logró su primer campeonato orbital bajo la bota del general Jorge Rafael Videla, quien junto a su cúpula militar bien acogió la cita mundialista como excelente maniobra distractora frente los graves conflictos internos del país. Al final el local ganó y en el camino quedó una muy dudosa goleada sobre Perú, en un partido clave que muchos señalaron como "favor" de un régimen simpatizante con la causa de Videla. Tal vez el combinado albiceleste sí tenía lo necesario para doblegar a la escuadra inca, pero las connotaciones de ese encuentro fueron siempre en contra de la transparencia competitiva.

¿Y qué decir de los "duelos" entre argentinos e ingleses? Esos nunca podrán ser desligados de la política después de la "Guerra de las Malvinas".

Estados Unidos e Irán se enfrentaron en Francia '98, acaparando la atención mundial por la rivalidad de sus gobiernos en distintos frentes. Al final los iraníes no pudieron ocultar el sentimiento nacionalista que se apoderó de ellos ante la "humillante" caída del "monstruo imperialista".

Yo le vendo vendo...

Desde el fin de la "guerra fría" los mundiales tienden representar el nuevo orden internacional. La globalización impone una fiesta deportiva en la que tanto jugadores como equipos son pagos, y brilla la mercantilización.

Multinacionales como Nike hasta se ufanan de haber "comprado" a la escuadra más popular: Brasil.

Lo cierto es que el hecho que los mundiales tiendan a convertirse en una arena más de la pugna por vender la imagen de un país, puede generar nuevos conflictos. El derecho a contar con un elenco en el mundial puede significar avance político hacia la independencia. No por casualidad Francia no deja que sus dependencias ultramarinas tengan sus propios elencos, así otras colonias de otros países sí lo tengan. Algunos países deben competir en ligas que pertenecen a otras regiones, por razones de índole político.

Israel sigue sin poder participar en las eliminatorias de su continente. Turquía, pese a ser una nación esencialmente asiática, persiste en querer estar en la liga europea para así generar las condiciones de un eventual ingreso en la Unión Europea. Trinidad Tobago, Guyana o Surinam no participan en la liga sudamericana, pese a estar ahí, porque "geopolíticamente" son parte del Caribe. Por el momento el subcontinente indio, donde vive un quinto de la humanidad, es un gran ausente.

Bueno es circo

Para las corporaciones niponas y coreanas el mundial ayudó a expandir su influencia internacional. La segunda potencia económica del planeta salió bien parada del torneo al haber ofrecido una infraestructura tecnológica que ayudará a agigantar su imagen.
A falta de "pan bueno es circo" y la victoria brasilera ayudó a apaciguar los ánimos en Brasil. El país latino más grande y poblado muestra que si bien no es un poderío económico o social, al menos es la primera potencia futbolística.

Tanto Brasil como el anfitrión del anterior mundial (Japón) y del actual (Alemania) quieren ser uno de los 4 nuevos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Una buen perfomance en el Mundial es algo que les ayuda a mejorar su imagen y sus chances de lograr ello.

Curiosamente, la instancia semifinal de la Copa del Mundo 2002 mezcló por primera vez, en materia religiosa, a un país Budista (Corea) con uno Musulmán (Turquía), pero nuevamente países de creencias cristianas estuvieron presente en la final, como hasta el momento siempre ha ocurrido.

El hecho que Corea del Sur haya sido el co-anfitrión en el Mundial del 2002 le sirvió para mejorar su imagen internacional y proyectar sus inversiones. Varias de sus multinacionales, como Samsung o Hyunday, están prácticamente en todo el planeta. El espectáculo deportivo también le sirvió al régimen surcoreano -cuestionado por sus constantes movilizaciones y su represión interna- para consolidarse y ayudar a aislar a Corea del Norte. Esta última es uno de los pocos estados donde una economía planificada es administrada por un partido único. Hasta el Mundial del 2002 los norcoreanos fueron el único equipo asiático en llegar a octavos de final (1966) pero últimamente ni si quiera ha podido entrar a la primera fase eliminatoria por las presiones políticas.

Recordemos que para George W. Bush, Corea del Norte, Irán e Irak son el "eje del mal". El mismo día que Corea del sur se enfrentaba a Turquía por el tercer puesto, marinos de ese país se enfrentaban militarmente con sus adversarios nor-coreanos. Dicha batalla naval en medio de la 'fiesta deportiva' evidenciaba que detrás de ésta hay presiones e intereses políticos.

Las novedades de Alemania 2006

Es el primer mundial que se da teniendo como gobernante a una dama. Por primera vez hay más elencos africanos que latinos de Suramérica, los mismos que buscan que el continente Negro tenga un rol en el fútbol mayor al que tienen en la economía mundial.

Mientras el Reino Unido presenta a uno de sus 4 países (Inglaterra), Serbia y Montenegro es el primer equipo que va a un mundial representando a dos naciones que acaban de separarse. Checos y ucranianos llegan por primera vez a un mundial desde que en 1991-92 se separaron de sus anteriores federaciones socialistas.

martes, junio 06, 2006

Seis, seis, seis
El número de la bestia

Xabier Pikaza
Eclesalia


Muchas veces, en la Biblia, los números tienen un valor simbólico vinculado al orden de la creación, en la perspectiva del tiempo (siete días, siete astros), del espacio (cuatro puntos cardinales) y de la organización social (doce tribus…). Especial importancia recibe el seis, relacionado con las obras de Dios y los días de trabajo de la semana, trascendidas en el sábado, que está más allá de todo número (el siete es de Dios). En ese sentido, humanamente hablando, los judíos sólo cuentan hasta seis, pues todas las cosas de este mundo son seis. El siete pertenece a Dios. Por eso, no se junta con los seis anteriores, que son números humanos.

Una parte considerable de la especulación de los libros apocalípticos judíos (como los libros de Daniel, 1 Henoc y Jubileos) y en especial de algunos textos de Qumrán está relacionada con cálculos numéricos y fijación de tiempos sagrados. En el Nuevo Testamento el libro que más ha insistido en los números ha sido el Apocalipsis. Este es el sentido de alguno de sus números:

Uno. Significa excelencia y autoridad y puede aplicarse a Dios (que Es, Era y Viene: Ap 1, 4.8) y a Cristo (Primero y último..: Ap 1, 17; 2, 8; 22, 13).

Dos. Implica cooperación, tanto positiva (en los profetas: Ap 11, 1-13) como negativa (en las bestias: Ap 13, 1-18).

Tres y medio (= mitad de siete) es el tiempo que pasa, momento breve de persecución de los fieles. Partiendo de cálculos tomados de Dan 7, 25; 12, 7, Juan lo identifica con un tiempo (=año), dos tiempos y medio tiempo: los 42 meses o 1260 días simbólicos de la crisis final (Ap 11, 9-13; 12, 14).

Cuatro. Es el mundo perfecto y peligroso: cuatro son los Vivientes del cielo (4, 6.8; 5, 6 etc.), los caballos destructores de la historia (6, 1-8), los elementos cósmicos (8, 7-12; 16, 1-9), los ángulos del mundo con sus ángeles y vientos (7, 1-3; cf. 9, 14-15; 20, 8), lo mismo que los cuernos del altar (cf. 9, 13) y los ángulos o muros de la Ciudad nueva (21, 16).

Seis. Es la imperfección del mundo (del hombre) que, oponiéndose al siete de Dios y su Mesías, acaba encerrándose a sí mismo, en violencia destructora. Es el número de la Bestia: 6.6.6 (Ap 13, 18) y del 6º emperador, que ahora reina (tras los cinco pasados), siendo incapaz de permanecer, pues no puede hacerse siete (cf. 17, 10-11).

Siete. Es la plenitud divina que se expresa en los espíritus (Ap 1, 4; 3, 1; 4, 5; 5, 6), ángeles (1, 20; 8, 2. 6), candelabros (1, 12.20; 2, 1), astros (1, 16.20; 2, 1), iglesias (1, 4.11.20) y en los cuernos y ojos del Cordero, que reflejan su poder (5, 6). Siete son también los acontecimientos finales que marcan el juicio de Dios sobre el mundo: los sellos (5, 1.5; 6, 1), las trompetas (8, 2.6), los truenos (10, 3.4) y las copas destructoras (15, 1.6.7). Hay también un siete negativo que se expresa en las cabezas del Dragón y de la Bestia (12, 2; 13, 1; 17, 3.7), en las colinas (de Roma) que forman el asiento de la Prostituta, en los reyes perversos de la historia (17, 9) y, sobre todo, en el 7º emperador, que permanece poco tiempo…, pues un siete humano es siempre perversión, es idolatría. Cuando este emperador desaparezca volverá como octavo uno de los anteriores, pero Cristo lo destruirá (17, 10-11).

Diez. Es número del poder perverso: los cuernos de Dragón y Bestia (13, 3; 13, 1; 17, 3.7), los reyes de la tierra (17, 12.16) y los días de prueba que Daniel y compañeros han de padecer porque no aceptan la comida impura del imperio (2, 10). Se opone probablemente al doce de la perfección israelita y cristiana.

Doce. Número perfecto de los cielos, como muestran las estrellas de la corona de la Mujer (12, 1), y de la historia mesiánica, que se expresa por los hijos de Israel y los apóstoles del Cristo, vinculados a los ángeles de Dios y a los cimientos y puertas de la Jerusalén perfecta (21, 12-14), con sus medidas y piedras preciosas (21, 16.21). Desde ese fondo han de entenderse sus múltiplos: los 24 Ancianos (dos por doce) que forman la corte de Dios (4, 4) y los 144.000 triunfadores (doce mil por doce mil) del Monte Sión (14, 1; cf. 7, 4).

Mil. Es signo de una gran multitud (millares de millares forman la muchedumbre incontable de los ángeles 5, 11). Se emplea de un modo especial para indicar el milenio: los años del tiempo del reino de los elegidos; frente al breve tres y medio de la persecución se eleva el mil de gloria de los elegidos (20, 2-7).

Seis, seis, seis. Sentido básico del número

Desde lo anterior se puede interpretar mejor el Número de la Bestia, que es un número muy concreto, vinculado a la vida económica del imperio, a la injusticia de los ricos. Así se dice que el Falso Profeta, que es la propaganda (filosofía, religiones, medios de comunicación), que se pone al servicio de la primera Bestia, «hizo también que todos, grande y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos llevasen grabada una marca en la mano derecha o en la frente. Y sólo quien llevaba grabado el nombre de la bestia o la cifra de su nombre podía comprar o vender. Aquí se debe aplicar la sabiduría. Quien se sienta inteligente pruebe a descifrar el Número de la Bestia, que es Número humano: seis, seis, seis» (Ap 13, 16-18).

Éste es el texto básico, que sigue haciéndonos pensar y sufrir. La identidad de la Bestia y el posible sentido cifrado de su número (6-6-6) ha sido y es tema apasionante de estudio y adivinación para estudiosos y curiosos (especialmente para curiosos). Como veremos, en su origen debía ser (y es) un número bastante fácil de entender para los cristianos de las siete iglesias a las que va dirigido el Apocalipsis (cf. Ap 2-3). El conocimiento de ese número servía para mantener el compromiso cristiano; no era objeto de erudición abstracta, sino de experiencia de cada día.

Ese número de la Bestia no podía aludir a una cualidad interior, o a un pecado espiritual, pues va asociado a comprar y vender, en ámbito social y económico. No aludía tampoco a un acontecimiento o suceso imprevisible que no se puede evitar, vinculado con la magia o las apariciones astrales, sino que pertenece a la vida social y está relacionado con el dinero (comprar y vender), pues aquellos que no llevaban la marca de la Bestia (el seis.seis.seis) no podían comerciar, ni enriquecerse, ni formar parte de la sociedad dominadora de los favorecidos por el poder romano (cf. Ap 13, 17). La cosa es muy sencilla: el mismo dinero injusto, el comercio de aquellos que se aprovechan del Sistema Romano para comprar y vender y enriquecerse a costa a los pobres, es el Seis-Seis-Seis. Según eso, los que han vendido su alma al sistema romano llevan el signo la Bestia. En el fondo, eso es lo mismo que dice Mt 6, 24 par: la Mamona es Satán objetivado.

Ésta es la paradoja. Buscamos el número como si fuera algo externo, con grandes adivinaciones y teorías esotéricas o mágicas, como si aquel que supiera descifrar el número pudiera resolver problemas superiores. Pues bien, el Apocalipsis dice todo lo contrario: aunque no quieran advertirlo ni confesarlo, todos los que “compran y venden” y se enriquecen a costa de los pobres llevan el número en la mano o en la frente, como si fuera su carné de identidad, su pasaporte. Los otros, los que no pueden conseguir ese número (o no quieren llevarlo, por honradez y opción cristiana) están condenados a ser unos parias, sin derechos, sin oportunidades, como los fieles de la iglesia del Apocalipsis.

Entendido así, ese número indica dinero y todo aquello que se puede comprar por dinero: es la marca completa de aquellos que asumen el sistema del imperio. Los fieles de Jesús conocen el número, no quieren llevarlo, porque es número de opresión. Ésta es la realidad que está al fondo del tema: el Falso Profeta (2ª Bestia) ofrece la marca de la Primera Bestia a los privilegiados de la sociedad, para que puedan comprar y vender, para bien común del imperio (no de sus pobres). En esa línea ha de entenderse el 6-6-6, el número más simple, más vulgar de este mundo malo: el número de los que se aprovechan del sistema y viven a costa de los otros.

Recordemos que el imperio romano quiso presentarse como primera sociedad global, capaz de ofrecer cauces de comunicación entre tribus, pueblos, lenguas y naciones (cf. Ap 13, 7). Aparecía así como milagro de convivencia, ámbito de paz para los hombres. No era una Nación-estado, sino el Estado-imperio donde cabían todas las naciones, cada una con su propia identidad y diferencias. Ese fue su “milagro”, aquello que nunca se había conseguido sobre el mundo, de tal forma que muchos veneraron a Roma como Diosa, como revelación de Dios en la historia. Por eso, su Número y signo debía ser la eternidad: la Roma Eterna, sentada en el trono de las grandes aguas (cf. Ap 17, 3). Pues bien, en contra de esa divinización resisten y protestan los cristianos, en contra de ella se eleva el Apocalipsis, mostrando a través de este Número que, en el fondo, Roma no es más un signo de impotencia y muerte, un número incapaz de ofrecer plenitud y salvación a los hombres. Los romanos se creían enviados por Dios (por los dioses) para fundar y expandir su orden divino sobre el mundo, de manera que ellos deberían ser 7-7-7 (como los astros del cielo, como la semana sagrada, como Dios). Pues bien, en contra de eso, los cristianos saben que el número de Roma es un simple 6-6-6, el número de una criatura mala, que quiere divinizarse oprimiendo a los demás, pero que terminará destruyéndose muy pronto.

¿Hay más secretos? Descifrar el Número

La identidad básica del número de la Bestia (seis.seis.seis) es la que acabamos de indicar: es un número de injusticia y muerte. En sentido estricto, nuestro argumento podría terminar aquí. Pero, con el mismo libro del Apocalipsis y con la tradición posterior podemos dar un paso más. Es muy probable que el mismo autor del libro y sus oyentes y lectores más antiguos hayan querido jugar con ese número, de un modo humorista, en voz baja, para así consolarse: éste no es un número para meter miedo, sino todo lo contrario, para quitar el miedo. Es un número para decir a los cristianos y a los pobres: no os preocupéis, ese mismo emperador que parece divino, ese mismo imperio que se cree Dios, no son más que simples criaturas impotentes, condenadas a la muerte.

Desde ese fondo, la cuestión de la identidad más concreta del Número (666, 6-6-6), aplicado al nombre de algún emperador, resulta secundaria. Lo importante era lo anterior: el seis.seis.seis es la expresión de la impotencia del imperio divinizado. Pues bien, partiendo de eso, muchos cristianos pudieron aplicar en voz baja ese número a alguno de los emperadores, alegrándose con ello, pues al identificar al imperio/emperador con ese número se estaba diciendo que tenía los días contados, que llegaba ya el tiempo de la liberación para los pobres.

Parece que en aquel tiempo podía interpretarse sin dificultad; más aún, es muy posible que pudiera aplicarse de diversas maneras, conforme a los métodos de gematría (cálculo de letras y número), común en aquel tiempo. Sin duda, su sentido está relacionado con la lista de reyes (emperadores) que, partiendo del modelo ofrecido por Dan 7, 25-27, el mismo autor del Apocalipsis ha esbozado más tarde en su libro (Ap 17, 11-14). Se trata de un Número que puede calcularse siguiendo varios modelos de gematría, como hacían entonces judíos y helenistas: cada número es una letra y viceversa, de manera que el conjunto puede descifrarse como código cifrado... La riqueza del tema (y para algunos el problema) empieza cuando se quiere dividir 666 (o 606, según otros manuscritos) en posibles cifras inferiores, utilizando, el alfabeto griego o hebreo (arameo) para calcular la suma o sentido de conjunto. Las combinaciones y lecturas propuestas desde antiguo son variadas y no concordantes. Las más significativas son: Titán Latino, Nerón Cesar, Cayo (=Calígula) César... Pero ninguna ha logrado convencer a la comunidad de los sabios exegetas, lo cual significa que el secreto se ha perdido con el autor y con los destinatarios del libro… o que no había tal secreto, pues se dejaba a cada uno buscar aplicaciones, sabiendo todos que el seis.seis.seis es la expresión y anuncio de la caída de un tipo de imperio destructor, que eleva a los ricos-comerciantes por encima de los pobres y que mata a los inocentes. Un imperio así no puede persistir, ese imperio es un simple seis.seis.seis… y su representante puede ser Nerón, Calígula… o simplemente Roma, emperadores y ciudad condenada a la muerte, para bien de los pobres del mundo.

Es muy posible que el autor del Apocalipsis haya querido dejar abierto el tema del sentido concreto del Número. Sólo ha querido indicar que se trata de un signo y un Número que es puramente humano, finito. Recordemos de nuevo el sentido de algunos números. La plenitud es Cuatro (hay cuatro vivientes, vientos, elementos: Ap 4, 8; 7, 1; 20, 28); la revelación escatológica es Siete (hay siete espíritus, candelabros, astros): el número de prueba es Tres y medio (mitad de siete) con sus equivalentes (42 meses, 1260 días). Pues bien, el Número del imperio perverso (que parece divino, pero que tiene pies de barro, manchados de sangre: cf. Dan 2) es un seis repetido, que nunca llega a Siete, que nunca puede alcanzar la plenitud.

Por eso, cuando decimos seis.seis.seis… podemos seguir añadiendo números de “seis” hasta el infinito (la repetición triple del “seis” es indicación de algo que se puede seguir diciendo sin fin). Eso significa que Roma no es Cuatro (no es el cosmos entero), ni es Siete (no es Dios). Roma es un simple seis repetido, impotente, un “seis” que destruye a quienes se apoyan en su fuerza brutal pero inhumana, en si riqueza inmensa pero sangrienta. Éste es el Número de aquellos que ponen su seguridad en el Imperio, entregándole su libertad humana. Los cristianos más sencillos lo sabían y lo saben. Por el contrario, aquellos investigadores o curiosos que buscan con inmensa erudición el sentido más oculto de ese Número lo pueden estar repitiendo a lo largo de toda su vida, sin darse cuenta de pueden haber caído bajo el poder del 6-6-6, que es la impotencia y violencia de la finitud, que es la injusticia de la historia humana. Aquellos que se hacen ricos a costa del miedo del seis.seis.seis han caído en su trampa. Quienes quieren convertir el seis.seis.seis en objeto de magia o de cálculos curiosos pierden simplemente el tiempo.

Por eso, todos aquellos que, de un modo o de otro, quieren aplicar el seis.seis.seis un día concreto (como el seis de junio del 2006) van en contra de la Biblia cristiana. Pueden saciar una curiosidad, pero su gesto no tiene nada que ver con el evangelio del Apocalipsis de Juan.